Arrierías 98
Manuel Gómez Sabogal
—
En la Normal Nacional había grupo musical dirigido por Edison Hanrryr, grupo de danzas dirigido por Jaime Robayo y cantantes solistas, casi todos de sexto y séptimo (en el lenguaje actual).
Se destacaban varios intérpretes solistas, entre ellos, Abel Darío González, Manuel Vélez, Luz Patricia Villanueva, Lucero Cardona, Víctor Manuel Coca y otros más, dirigidos por Edison Hanrryr.
También, un pequeño con una gran voz. Su nombre, Alfonso Orozco. Estaba en sexto. Era pequeño de estatura, pero con una voz inconfundible… Y los homenajes a la madre, las reuniones especiales en la Normal, eran animadas con la voz de Alfonso. “El niño de la voz de oro”.
Edison Hanrryr era quien lo promocionaba y en todo evento importante, Alfonso cantaba.
Recuerdo que dejé la Normal en 1975, pues fui llamado como docente a la Universidad del Quindío.
Pasaron muchos años y preguntaba por los muchachos artistas de la Normal, pues quería saber si seguían cantando o qué habían hecho en sus vidas. Es más, nada volví a saber de ellos.
Alfonso, me contaron, se graduó como Licenciado en educación básica primaria y realizó una especialización en educación sexual y nunca lo supe.
Seguía indagando y nada. Nadie me daba razón de los muchachos de esa época.
Un día, entré al banco a hacer una transacción. De pronto, una dama me saludó y me dijo:
— ¿Usted es Manuel Gómez Sabogal, cierto?
— Sí, como no.
— Soy hermana de Alfonso Orozco. ¿Lo recuerda?
— Que si lo recuerdo… Llevo años buscándolo.
— Él trabaja en La Tebaida. Tengo un CD que el grabó. ¿Lo quiere?
— Claro, por supuesto.
— Entonces, se lo entrego a las 6 de la tarde.
— Perfecto, porque tengo programa radial a las 7 y lo pondré. Por favor, dígale que sintonice la UFM 102.1 a esa hora.
— Bueno, señor. Nos vemos a las 6.
Así sucedió. A las 7, empezó el programa y puse uno de los temas del CD. Luego, dije que alguien me había pasado ese disco y no tenía idea quién cantaba. Que, si esa persona llamaba a la emisora, estaría muy agradecido. Puse otros dos temas y de pronto, sonó el teléfono:
— Buenas noches.
— Buenas noches.
— ¿Su nombre por favor?
— Alfonso Orozco. Es que esa música la grabé yo y se me hace extraño que esté sonando.
— No se preocupe. Me dieron este CD, pero no me dijeron quién cantaba. Le agradezco. ¿Cuánto hace que canta?
— Desde pequeño. Yo cantaba en el colegio, en diferentes eventos.
— ¿Recuerda quiénes lo promovían o lo invitaban a cantar?
— Sí, claro, recuerdo al profesor Edison Hanrryr, a otros docentes y a uno muy loco que, si mal no estoy, se llamaba Manuel.
— Qué bien. ¿Ha participado en concursos? – Sí, hace unos años en un evento organizado por SUTEQ y ocupé el primer lugar.
Terminamos la charla telefónica y así, logré encontrar a Alfonso Orozco. La semana siguiente, fue mi invitado al programa. Me dijo que como yo no lo reconocería que nos encontráramos con tiempo y charláramos antes del programa.

En efecto, casi no lo reconozco. El tiempo había pasado volando y más de 30 años, son más de 30 años.
Hoy, me alegra ser su amigo nuevamente. Casado con Estrella, terapeuta holística y una excelente dama, y con una hija, Luisa Fernanda, sicóloga, quien ya le dio su primer nieto: Jacobo.
Lamento no haberlo encontrado en la universidad. Allí, hubiera cantado en muchos eventos y concursos, estoy seguro.
Todavía no le perdono que, al aire, en mi programa radial, haya dicho que recordaba a un profesor muy loco que se llamaba Manuel…