Edición 102

EDITORIAL.

By 13 de octubre de 2025No Comments

Arrierías 102.

Hay seres humanos que trascienden la historia por su quehacer, sus aportes a la ciencia, sus investigaciones en la historia, su liderazgo honesto dentro de los parámetros de la ética; líderes naturales que no necesitan de los reconocimientos sociales ni de títulos nobiliarios o académicos para encabezar proyectos benéficos para la humanidad o la sociedad donde conviven, en fin, seres humanos especiales que merecen todo el reconocimiento de la comunidad.

Hace ya muchas décadas llegó a Caicedonia una familia que, huyendo de la violencia política, se estableció en nuestro pueblo. Llegaron en silencio y en el pensamiento un deseo inmenso de vivir en paz para que sus hijos crecieran sin la angustia de un mañana incierto. Los Vergara Guzmán en cabeza del patriarca, Antonio y doña Avelina, la esposa trabajadora, amantísima de sus hijos dejaron, en sus décadas de asentamiento en el norte del Valle, verdaderas enseñanzas de resiliencia, de trabajo, rectitud y templanza que les valió, en pocos años, el reconocimiento de todos los caicedonitas.

Siendo el varón de 4 hijos, mientras su padre trabajaba como asesor jurídico y se desempeñaba como concejal con gran experticia adquirida en su vida laboral en otras latitudes y con un cúmulo inmenso de conocimientos adquiridos en su constante lectura de textos (era un lector ávido y consumado), Jorge Camilo, su hijo, restudiaba en el colegio Bolivariano y ayudaba a sus padres en los quehaceres cotidianos. Hacía amigos por montones, gustaba de los encuentros festivos y de la música hasta que logró entrar a laborar como mensajero en el banco de Colombia. Se inicia así, una larga vida en el campo de las finanzas donde fue escalando puestos hasta llegar a la gerencia de bancos importantes de la entidad, entre ellos en la ciudad de Armenia.

Luego de su retiro, empieza su labor gerencial en Comfenalco Quindío donde realiza una labor encomiable tanto que, la entidad, alcanza a ser una de las mejores del país ante el agradecimiento y admiración de todos sus empleados quienes lo recuerdan como un hombre sencillo, amable, respetuoso y, sobretodo, educador en sus funciones.

Sobre su vida, silenciosa y eficiente al servicio de la gente, podríamos escribir muchas páginas y son sus hijas, Clarena y Carolina quiénes recopilan en un texto biográfico con datos inéditos y desconocidos sobre la familia, apuntes que son dignos de exaltar. En Vivir para Servir se condensa esta bella historia de un ser humano como pocos hay en Colombia y nuestra región. Aún con el reciente fallecimiento de su esposa Sonia Hoyos y el dolor de la pérdida de quien siempre estuvo a su lado alentando y protegiendo todo el entorno, el dolor se sobrellevó por el acompañamiento de estas dos profesionales, Clarena, sicóloga, música, letrista y compositora y Carolina, antropóloga de la universidad de los Andes.

Don Jorge, como habitualmente se le conoce, acaba de cumplir sus 90 años en plenitud de todas sus facultades, celebración que se organizó por parte de sus amantísimas hijas en la sede campestre de Comfenalco Quindío y dos semanas después, iniciando el mes de octubre en un acto académico sobrio pero de gran importancia, la universidad la Gran Colombia, acaba de entregarle el título de Doctor Honoris Causa, reconocimiento justo y merecido para este gran ser humano, gran amigo y un ejemplo de perseverancia valores éticos y morales como el doctor Jorge Camilo Vergara Guzmán.

Arrierías se une al homenaje y reconocimiento a este humanista que inició su vida laboral en Caicedonia.

Total Page Visits: 8 - Today Page Visits: 8

Leave a Reply