Arrierías 98
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“Las medallas se ganan en la disciplina de los entrenamientos y se recogen en las competencias”. Esta frase, digna de un avezado deportista de élite, es el principio fundamental en el cual se basa el mejor deportista de las últimas décadas en Caicedonia, el joven Juan Diego Yepes Restrepo quien corre por la liga de patinaje del Quindío y quien en representación de Colombia quedó campeón en recientes competencias europeas de este difícil pero fascinante deporte que tantas glorias ha dado a Colombia. Juan Diego le ha otorgado al Eje Cafetero y a su liga del Quindío en recientes competencias nacionales, la primera medalla de oro. Felicitaciones al gran deportista y, por extensión, a su orgullosa familia.
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Muy triste la situación de nuestros campesinos ante la ola de lluvias que están afectando en la actualidad a Colombia y que, en Caicedonia especialmente, han dañado cultivos y vías de acceso dificultando el desplazamiento y la comercialización de sus productos. Ya la carestía comienza a asomarse en los entornos familiares y la escasez de alimentos del campo -tan abundante en tiempos normales en nuestro municipio- comienza a notarse, producción que, a su vez, afecta la época de la recolección y hace crecer como espuma el desempleo.
El primer domingo de mes de junio se celebra en Colombia el día del campesino y fueron muchos los eventos organizados como ferias para que los productores llevaran sus frutos y los vendieran en estos mercadillos donde la música y la alegría acompaña este importante acontecer. Comprobamos que, en el Quindío, especialmente Calarcá, Armenia con 2 eventos, Circasia y el corregimiento la Bella la asistencia masiva de campesinos, compradores y turistas fue masiva. Las ventas, por supuesto, fueron totales y ya, al llegar el medio día, se habían casi que agotados todos los productos.
¿Y en Caicedonia? Nada, a pesar de las condiciones lamentables de pobreza en el campo. La alcaldía hizo mutis por el foro y vimos muchos artesanos y pequeños productores viajando con sus productos a cuestas a esta posibilidad de exposición y mercadeo en el Quindío. Ah, ya se aproximan alecciones. ¿qué disculpa presentarán los politiqueros de oficio para justificar esta falta de programación y apoyo al campesino?
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A propósito, en Circasia acaban de inaugurar un edificio como centro cultural del café con espacio para artesanías, museo y actividades que son verdadero imán para los turistas. El dinero para el proyecto provino de recursos girados por el Paisaje Cultural Cafetero. ¿Y nosotros? Nada.
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COSIACA I
En Antioquia y, por supuesto, en todos aquellos puntos de la geografía nacional donde la cultura paisa por colonización o extensión territorial tuvo gran influencia, la historia de un personaje, Cosiaca, que parecía ser mito o más leyenda que realidad, que era la comidilla en todas las reuniones de la historia popular, permaneció por muchas décadas hasta que otras leyendas urbanas lo fueron reemplazando hasta quedar casi en el olvido, solo en la memoria de nuestros padres y abuelos.
Exagerado, mentiroso, vividor, enamoradizo y con muy pocos deseos de trabajar, aunque sobrevivía del cuento, de recorrer zonas rurales y pequeñas poblaciones de gente trabajadora, contando historias que, en su mayoría, estaban en su memoria y en su facilidad de expresión. En un excelente trabajo televisivo y una constante motivación para que fuese vista por toda Colombia, Teleantioquia disparó la audiencia en horario triple A.
Esta puesta en escena ha recibido, por supuesto, gran reconocimiento y, por qué no decirlo, rechazo de alguna parte de la prensa especializada. Su esencia temática no es ajena al público en cuanto que el personaje existió. Creemos que el vehemente rechazo de algunos sectores no es justo porque consideran que el antioqueño no es así, que esos personajes, secundarios para ellos, no representan la antioqueñidad. En parte tienen razón, pero tampoco pueden negar que han existido personajes populares en los pueblos, en comunidades organizadas como es el caso de Jovita en Cali, Repollito en Armenia o José Bejuco en Caicedonia, —por citar los más conocidos en nuestro entorno— que no pueden ser borrados de un plumazo.
Para tener una mejor comprensión de esa realidad, esperaremos hasta el capítulo final para hacer una evaluación más objetiva.
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COSIACA II
Cuando terminó la emisión del primer capítulo, inmediatamente, en la excelente empresa televisiva regional, se hizo un coloquio con algunos de los actores, entre ellos el excelente actor pereirano que hace de personaje central, reunión en donde se contaban algunas experiencias en medio de tomaduras de pelo, risas y chistes malos, pero muy desagradable fue escuchar el vocabulario chabacano, soez, vulgar y de bajos fondos que los personajes utilizaron: hijueputazos, malparideces, mariconazos y la horrenda “gonorrea” salieron a relucir en medio de risotadas de un público que estaba en ese foro.
Desde esta Revista, Arrierías, rechazamos la degradación de la comunicación verbal en un espacio público y en un horario familiar. Ese acto fue una estupidez.
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En el Quindío, desde este mes de junio, se están organizando varios eventos de tipo cultural que enaltece a sus organizadores: El Cuyabrito de Oro, Pregoneros de la música, la Casa del Café en Circasia recientemente inaugurada, el Centro de Documentación musical del Quindío, la misma Universidad del Quindío. Se mueve la cultura, el arte y la recreación en el vecino departamento.
Ponemos a disposición de estas organizaciones un espacio que visualice la actividad cultural que organicen. Es nuestro compromiso.
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