BALANCE DE FIN DE AÑO – COLUMNA PALABRA EMPEÑADA

Arrierías 104

José Emilio Yepes Rivas

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Cuando se acerca el año nuevo es costumbre hacer un detallado balance del año que está terminando y, simultáneamente, hacer las proyecciones para el año que llega.

Hacer hoy un balance económico del 2025 no va a ser fácil. Por un lado, los indicadores y proyecciones de los gremios económicos, que en su mayoría son desalentadores, ¿y por el otro lado, el gobierno, vociferan que nunca hemos tenido mejores indicadores económicos… a quien creer?

El aumento considerable del gasto interno del estado, especialmente por funcionamiento y contratación con terceros, y, por otro lado, la falta de utilidades de la compañía más importante del estado, ECOPETROL, han puesto las finanzas públicas en un punto muy delicado.

El crecimiento del producto interno bruto se ha dado de forma lenta, pero se notó este 2025, un incremento considerable del déficit fiscal, reflejándose en una tendencia de aumento de la inflación. La caída de los ingresos por la incidencia del sector minero-energético y la falta de confianza para la inversión en el país, especialmente en el sector construcción, empieza a preocupar la tan mencionada reactivación económica prometida.

El sector agrícola, pilar económico fundamenta, no mostro avances considerables. Las metas del Plan Nacional de desarrollo en el agro no muestran avances significativos, y el café, las flores, las frutas y los cárnicos conservaron las demandas de manera sostenida, pero la tasa cambiaria, jugo en contra de los exportadores.

Hay que resaltar que los valores en el mercado internacional del café, el cacao, el aguacate, los cítricos y los cárnicos han permanecido en unos muy buenos promedios, además, los tratados comerciales se han conservado.

Ojalá este 2026 sea favorable para el crecimiento de los sectores económicos más importantes del país, que reflejara un bienestar en nuestros compatriotas, muy a pesar de ser un año electoral donde siempre se ha reflejado una desaceleración generalizada en la inversión. Según algunos estudios pagados por el gobierno, la economía colombiana crecerá 2,5% en 2025 y 2,7% en 2026, liderada por el consumo interno, mientras la inversión inicia una recuperación gradual. La inflación rígida y el desafío fiscal condicionan los recortes de tasas del Banco de la República.

Preocupa el recrudecimiento de la seguridad en el campo colombiano, la inseguridad y extorsión en los municipios y ciudades y el temor de que esa situación siga creciendo. Para nada beneficia esta condición al aporte para la estabilidad y riqueza de nuestro amado, pero dolido país.  

¡Que el todopoderoso nos siga mirando con ojos misericordiosos, porque mucho lo necesitamos!

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO.