
Edición Especial Centenaria
Del Director

—
Sin lugar a dudas la historia de Caicedonia está marcada también por las colonias de paisanos que un día partieron en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias y se llevaron en su corazón el amor hacia la tierra en donde tienen los recuerdos de infancia y juventud.
No importa en donde se encuentren nuestros paisanos si en una gran ciudad cosmopolita o en un pequeño pueblo de algún lugar del mundo, su corazón y sus recuerdos siempre estarán ligados a ese nombre que fácilmente se dice con ternura: Caicedonia.
Hay colonias en Estados Unidos, en Armenia, en Francia, Bogotá, en Israel, en Manizales, en Londres, en Cali, en fin, donde se encuentren dos caicedonitas, sin mucho esfuerzo y con gran entusiasmo, armaran una Colonia para añorar, en compañía, la tierra que se quedó prendida a esa paleta de verdes que son nuestras montañas con aroma a café florecido.
Las colonias son la patria chica que camina el mundo. Son el recuerdo de un pueblo que siempre empacamos en el alma cuando emprendemos el viaje del exilio a voluntad. Caicedonia es un pueblo que conoce muchos otros en boca de sus nativos. A qué parte de la tierra no habrá ido nuestro pueblo disfrazado de andariego. Si hasta en la Antártida estuvo jugando a la ciencia.
Las colonias y los paisanos que caminan el planeta, son la muestra de un amor que no acaba por una tierra siempre en recuerdo, y razón tienen los paisanos para definir su pedazo de tierra. Cuando a un Caicedonense se le pregunta de dónde es, responde con orgullo: de Caicedonia, el mejor vividero del mundo y sus alrededores…y es que tienen razón.
Comentarios recientes