Arrierías 70
Longitud del tiempo
herencia y códigos de sangre
voces provenientes del lugar sin nombre
invisible razón que consume los sentidos.
¿Cuántos laberintos transitados en la soledad temida,
para despertar a la soledad bendita?
Alejandra Pizarnik, golondrina herida
ante la ventana de cristal
cuando huir era la mejor salida.
Volar es la verdad secreta
Infinito hilo de la incongruencia
mundo que conspira en el abismo de los grandes desafíos
fragilidad que desgarra la sensibilidad
Vértigo y náuseas en la ruleta de los días
remolino que consume las palabras
ansiedad sin descanso
sombras, cuando la luz encandila la conciencia.
Redención intercesora
herencia de la palabra para exorcizar
pasión condenada, traición libertaria
coitos para apagar la decepción
lechuza eterna de las noches sin regreso.
Lujuria que duerme en los vacíos del ser
entrañas contorsionadas
sin confrontar las heridas acumuladas
la piel que llora y se agita
gime en el placer
de orgasmos sin medida
Linaje de la locura
Príncipe Payaso roto, sonrisa herida
voces que te habitan y que logras asustar
joker en el juego solitario
Frida Kahlo, “Para qué quiero piernas si tengo alas para volar”
no bastaban tus pies descalzos
ni tus manos para plasmar
lo inexplicable de un dolor incomprendido.
Secreto y renacer de la muerte
despertar para seguir durmiendo
donar una sonrisa a la línea gratuita
de la felicidad imbécil.
Llorar por dentro para ignorar el frío
cuando los tentáculos asfixian
defenderse con locura hasta
morir mil veces.
// Ilustración de Linaje de la Locura.
Nota de la autora.
Linaje de la Locura y su respectiva ilustración también de mi autoría.
Este poema participó en el IV Encuentro Internacional de Fridas de Barcelona y el Mudo, con la dirección de la poeta Rosa Suñé.
Cincuentenario
“La luz es solo luz en la memoria de la noche”
Alejandra Pizarnik
El amor te llamaba cuando tu no estabas
lo indecible es la coartada para la infelicidad
las piezas del rompecabezas
no encajaron para ti en este mundo.
Sábanas de seda, de hilo, de piel
guardan los secretos de tus palabras
inscritas sin pudor
ante el asombro de nuestra mente disfrazada.
El erotismo sucumbe, los gemidos se apagan
las noches son cobardes
los besos no se acaban
sin limites todo queda al poder de la palabra
para desangrar hasta morir
irremediablemente
los versos eróticos descansan
en la humedad olvidada de la linfa muerta.
Sensibilidad que obliga
a resguardarse en lo temido
lo incomprendido de lo real
PRÍNCIPE PAYASO y LECHUZA son lo mismo
FRIDA KAHLO y tú, y yo, y todos peregrinos
con la fatiga que condena
por las injusticias de una sociedad
que duerme pesadillas.
Dualidad eterna y rutilante
lechuza para levantar el vuelo que nos concilia
levitar sin comprender si hay destino.