Preocupa de sobremanera que a esta altura del 2023 ya se esté hablando de los efectos devastadores del fenómeno del niño, tanto en el ámbito nacional como en todo el mundo.
Pero lo que más nos inquieta es que el clima va a tener un cambio muy significativo, al punto que desde ya se pronostican diluvios, tormentas, inundaciones y catástrofes en algunos países, mientras que en otros, y de manera simultánea, se presentan sequias, temperaturas históricas por lo altas y presencia de incendios incontrolables.
Este fenómeno que vivimos hoy en Colombia se relaciona directamente con el calentamiento oceánico en el pacifico y excesiva lluvia en Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Y esto nos recuerda lo ocurrido en los años 2015 y 2016 donde este mismo fenómeno trajo hambre, sequía en los cultivos, aumento en los precios de los alimentos, racionamiento en el suministro de agua y un aumento muy significativo en las tarifas de energía eléctrica y racionamiento del servicio eléctrico.
En nuestro país desafortunadamente vamos a ver a los cultivadores de papa, legumbres y hortalizas desesperarse por la presencia de incontrolables plagas en sus cultivos, reflejándose en la reducción de las cosechas e impactando, desafortunadamente, en el costo de estos productos de primera necesidad. Hasta el café, un cultivo que de cierta manera es rustico, también verá afectada su productividad.
La pesca en el mar Pacífico y Atlántico también se verá trastornada, al punto que escaseara el pez y el marisco a capturar. Entonces el hambre, y la calamidad se ve venir por este fenómeno, el cual esperamos no se muy largo.
Ya empieza a hablar la organización meteorológica mundial de temperaturas record en algunos lugares habitualmente caliente en el mundo, de que la tala de bosques en la amazonia, y que ha reducido la pluviosidad, genera, directamente, un desequilibrio en la regulación del clima y temperaturas, que junto al aumento de la temperatura de las aguas del golfo de México, pronostica un fin de año lleno de huracanes que seguramente afectaran el norte de nuestro país y a los E.E.U.U. en su costa sur, donde muchos perderán sus viviendas y hasta sus vidas..
Pero también vamos a ver venir un mayor deshielo en la Antártida, lo que junto a los demás desequilibrios que se vive en el mundo, puede generar un efecto bola de nieve que nos indicaría que la cuenta de cobro de nuestro planeta está muy cerca de ser visto, gracias a los excesos del hombre y el abuso en el uso de los recursos naturales.
Que el todopoderoso nos proteja y que la duración de este devastador panorama sea lo más corto posible.