Arrierías 95

Jairo Sánchez

Es una pregunta que se hace desde diferentes enfoques.

Bien sea preocupados por la situación social, la política, la salud, el deporte, la familia, la educación, la Inteligencia Artificial, la economía, el cambio climático, la inestabilidad emocional y mental de algunos gobernantes, en fin, cada uno se preguntará alguna vez: “? ¿Hacia dónde Vamos?

En sus libros “21 LECCIONES PARA EL SIGLO XXI,” y “HOMO DEUS”, Breve Historia del mañana, Yuval Noah Harari, responde las inquietudes sobre el futuro de una manera amplia y científica, despejando dudas y aclarando el panorama que le espera a la humanidad en su diario acontecer.

A veces lejana, a veces remota, la posibilidad de una guerra aniquiladora entre las potencias egoístas que utilizan países pequeños en conflicto, siempre está presente, y más hoy, cuando hay presidentes elegidos para un país, pero se creen profetas del mundo o regidores y jefes de todas las naciones.

Tal vez el destino conjunto de la humanidad sea previsible y la preocupación personal se enfoque más a la inmediatez, a la diaria subsistencia que a la reflexión y análisis del mañana.

A lo largo del devenir histórico de la humanidad ha habido una pregunta trascendental: ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?

Existen dos formas de abordar estas dudas:

  1. Creacionista
  2. Evolucionista.

El creacionismo sostiene que la vida y el universo fueron creados de manera intencional por un ser divino, mientras que el evolucionismo afirma que la vida se desarrolló gradualmente a través de procesos naturales, como la selección natural y la mutación genética.

Una vida ceñida a las normas del credo religioso profesado le garantiza, al creyente, después de la muerte, una resurrección, encarnación o estadía eterna en un paraíso bien sea cristiano, árabe, hindú, o cualquier grupo poblacional con sus propias creencias religiosas.

En cambio, para el evolucionista, todo termina con la muerte como proceso natural desarrollado desde el nacimiento hasta el deterioro de las funciones vitales por la edad o enfermedad.

El concepto de evolución es complejo porque se extiende a seres inertes y vivientes, tal como los definimos en términos científicos.

Aquí es donde surge la pregunta que ha sido respondida con la creación de mitos, leyendas, creencias y teorías: ¿cómo se originó el mundo? También los serios planteamientos de la ciencia y la investigación han unificado sus respuestas en conceptos claros al alcance de todas las personas preocupadas por el de dónde venimos y para dónde vamos.

Desde la ciencia se maneja la teoría del Big Bang como originaria del universo y la desaparición de la tierra absorbida por el Sol en unos 5.500 millones de años. Esto ocurrirá cuando el Sol entre en una fase de gigante roja y se expanda más allá de la órbita de la Tierra, diferente a la explicación bíblica: la Tierra será quemada en el día del Señor, pero no será destruida, quemada o reemplazada. Y se hallan menciones en el Apocalipsis, Pedro, y otros evangelistas. 

Existen mucha información bien fundamentada para responder preguntas cruciales sobre el origen y fin del mundo.

Una excelente fuente es un curso gratuito difundido por la Universidad de Ámsterdam, llamado LA GRAN HISTORIA, DESDE EL BIG BANG HASTA HOY.1

Curso que se promociona como: ¡Bienvenido a este curso de La Gran Historia! En este curso, científicos y académicos de renombre de la Universidad de Ámsterdam y otros lugares te llevarán en un viaje desde el Big Bang hasta hoy mientras abordan cuestiones claves en sus campos. Después de completar este viaje, habrás desarrollado una mejor comprensión de cómo tú y todo lo que te rodea se convirtieron en lo que hoy son.

Como lo plantea Harari en NEXUS, su libro más reciente, la ciencia y sus planteamientos tienen la propiedad de la autocorrección, sus premisas y conclusiones no son absolutas y la revisión y aceptación de sucesos que se creía definitivos, son cotidianos y permanentes.

La teoría del Big Bang, la gran explosión, en español, ha sido estudiada, discutida, difundida y se ha tomado como la explicación más acertada sobre el origen del universo. Pero la ciencia es dinámica y hoy en día se ha sugerido por parte científicos y académicos que el BIG BANG no es el verdadero origen del cosmos, sino que se le atribuye al Big Bounce, gran rebote, en español y dice: que antes del Big Bang existió otro universo que colapsó sobre sí mismo y, en lugar de desaparecer en una singularidad, rebotó y dio lugar al nuestro. De hecho, plantea que quizás, en un futuro lejano, nuestra propia realidad podría colapsar y renacer en otro Big Bounce.

Lo que parece ser la teoría absoluta del BIG BANG, adolece de explicaciones que permitan explicar el antes de. Ya que, todo el universo nació de un punto de densidad infinita. Pero la física tal y como la conocemos parece desmoronarse por completo al intentar describir qué ocurre en ese punto. Es decir, las ecuaciones parecen dejar de tener sentido y, de repente, nos vemos sin la posibilidad de conocer qué hubo antes… O, incluso, si es que hubo un «antes».

En la teoría del Gran Rebote el espacio-tiempo no sería continuo, sino que estaría formado por pequeñas unidades invisibles, como si se tratase de una especie de red microscópica. Así, según afirman los defensores de la teoría, gracias a esta estructura cuántica, la gravedad podría llegar a cambiar de comportamiento en condiciones extremas. Es decir, en lugar de colapsar en una singularidad, el universo sería capaz de rebotar y volver a expandirse.

En otras palabras, si seguimos retrocediendo en el tiempo, en lugar de llegar a un “principio absoluto”, llegaríamos al universo previo al nuestro, en estado de colapso. Cuando la densidad alcanza un punto máximo, las reglas cuánticas entrarían en juego, la gravedad se volvería repulsiva en lugar de atractiva, y el universo rebotaría en un nuevo ciclo de expansión.

¿Novedoso NO?

La autocorrección también ha llegado a la aparición de seres inteligentes. La explicación científica más conocida y aceptada es la de LOS PASOS DUROS, o dicho en términos del cine, una serie de eventos afortunados, sostiene que el desarrollo de la vida compleja en la Tierra fue un evento extremadamente improbable, condicionado por una serie de obstáculos evolutivos difíciles de superar.

El nuevo estudio refuta esta idea argumentando que la inteligencia humana no surgió por una acumulación de golpes de suerte, sino porque la Tierra alcanzó las condiciones adecuadas en el momento preciso.

El equipo de investigación identificó varios factores clave en la evolución de la inteligencia: la disponibilidad de nutrientes, la temperatura del océano, la salinidad del agua y la cantidad de oxígeno en la atmósfera.

Todos estos elementos se fueron alineando a lo largo de la historia geológica del planeta hasta crear un entorno propicio para el desarrollo de la humanidad. Así pues, tal vez no sea cuestión de suerte, sino de tiempo.

De dónde venimos, dónde estamos y para dónde vamos. Memo.com.ar

La importancia de estos estudios es que, Si la evolución sigue patrones predecibles, la inteligencia podría ser una consecuencia inevitable de la biología en un planeta adecuado.» En lugar de ver la evolución como una serie de eventos improbables, podríamos entenderla como un proceso regido por las condiciones globales. Y si esto se aplica a la Tierra, también debería aplicarse a otros mundos.” O sea: Si la evolución de la inteligencia es un fenómeno natural y no una anomalía, la probabilidad de encontrar vida más allá de nuestro planeta aumenta considerablemente.2

Pero aterricemos en nuestro planeta que ha tenido su propio génesis, desarrollo y final.

Después de que el curso, o el libro analizan el proceso evolutivo del inicio y desarrollo de nuestra historia, las conclusiones son interesantes porque responden a: ¿Qué sigue?

  • La gran explosión.
  • Nacen las estrellas.
  • Se forjan los elementos.
  • Se forman los planeas.
  • Emerge la vida.
  • Los humanos evolucionan.
  • Se desarrollan las civilizaciones.
  • La industria crece.
  • El antropoceno
  • El cambio climático.
  • ¿Qué sigue?

Ésta última cuestión se analiza después de un recorrido que comenzó hace más de 10.000 millones de años y trata de hacer un encadenamiento temático para responder.

Y que, con imponderables como 2024 YR4, un pequeño asteroide entre 40 y 90 metros de diámetro que podría chocar con la Tierra el 22 de diciembre de 2032 a las 14:02 UTC con una probabilidad del 1,6%, exactamente sobre quien esté reflexionando, lo cierto es que al interior del planeta se han desarrollado circunstancias que llevarán, tarde o temprano una impronta de destrucción.

El crecimiento de la población, la innovación en todos los campos, la energía y la sostenibilidad serán los temas recurrentes en los próximos años.

El crecimiento tecnológico en la última centuria ha echado por la borda toda la historia de la humanidad. Muchas de las modernas innovaciones como como los teléfonos inteligentes y el Internet eran cosas imposibles apenas en los 80s. Nunca se había logrado una conexión tan compleja y colectiva como la que hoy se da con la llamada RED.

Sin embargo, el progreso no es gratuito. Se ha incrementado el consumo de los agotables recursos del agua y de los combustibles fósiles, así como la extinción en masa de miles de especias de la flora y fauna.  Conjuntamente con el crecimiento exponencial del efecto de invernadero por emisión de gases, Ahora depende del colectivo global revertir este daño y desarrollar un medio ambiente menos dañino para las generaciones futuras.

Se dice que la revolución industrial fue la primera de las olas innovadoras de nuestra era, seguida por la era del vapor, la era eléctrica, la aviación y la era espacial, y la era digital. Hoy, estamos en lo más alto de la SEXTA OLA. La SUSTENTABILIIDAD, es el gran tema del ya y ahora. El objetivo es alcanzar un alto estándar de vida a la creciente población que parece alcanzará los 10.000 millones en el 2050, en tanto que se va reduciendo el uso de combustibles fósiles y se usan eficientemente los demás recursos.

La habilidad para provechar nuevas formas de energía puede ser crucial para definir el destino de la humanidad.

Hay señales que la situación está cambiando en los países industrializados, su rata de crecimiento está bajando. En China y la India, por ejemplo. Sin embargo, menos niños para alimentar se pueden traducir en más niños para educar y por eso la juventud china, india, japonesa, surcoreana, tailandesa, tiene un alto grado de educación en tecnología innovadora que los mantiene en contacto con la red global de tal manera que nunca antes hubo un aprendizaje colectivo, accesible integrado e importante para la juventud, lo que podría ser la clave para la salvación del planeta.

La inteligencia colectiva es la responsable de la creación de “verdes” innovaciones: carros eléctricos, biocombustibles, desalinización del agua usando energía solar, edificios con tan poca emisión de gases que no producen efecto de invernadero. Visto así, el futuro cercano parece un lugar de potenciales posibilidades.

El Siglo XXI podría ser recordado, si lo dejan trascurrir, como la alborada de la sustentabilidad global alcanzada a través de la innovación ecológica y el poder de las energías renovables.

“El futuro aún no se ha escrito y todas las cosas son posibles.”

1 https://www.coursera.org/learn/bighistory#about.

2 https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia

Libro The Big History.

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