Para: Arrierías 52
“El bien jurídico más importante en la existencia humana es la vida. Cuando alguien asesina a otra persona, está desapareciendo de la existencia a un ser humano único e irrepetible. El segundo bien es el de la libertad, andar, pensar, vivir sin cadenas. La libertad es otro bien jurídico superior”. 1
La libertad arropa una serie de derechos fundamentales que tienen que ver con el pensamiento, la expresión, el albedrío de escoger pareja, religión, partido político, amar, desear. En síntesis, es la verdadera expresión de la dignidad del ser humano, tesis central de nuestro ordenamiento jurídico, que nos habla del derecho a tener derechos.
Desde siglos inmemoriales, el ser humano en su arrogancia y lucha por el poder, limita derechos, asesina, retiene, secuestra, viola cuerpos, en fin, impulsa guerras para obtener ese poder. Así se llega a los famosos campos de concentración, siendo los más conocidos los establecidos por los nazis en la segunda guerra mundial donde asesinaron millones de personas. Pero en el mismo siglo 20, en sus dos primeras décadas, el gobierno revolucionario de Rusia, iniciando con Lenin y luego Stalin, establecieron centros penitenciarios a lo largo y ancho de su territorio, especialmente cerca al círculo polar ártico, zona donde el mayor tiempo estacionario tiene temperaturas bajo cero. Las historias son catastróficas y ese pronunciamiento bíblico, mitológico de los cuatro jinetes del apocalipsis: la guerra, el hambre, la peste y la muerte son la constante histórica en la actualidad. Pero, volviendo al tema, ¿qué era el sistema Gulag? Aquí trataremos de sintetizar esa macabra historia.
Es preciso iniciar esta crónica adelantándonos al sistema Gulag, sus inicios, sus fines, su perverso plan de aislar, asesinar, explotar a millones de personas que cayeron bajo las manos de dirigentes asesinos en la época posterior a la caída del zar. Esto nos lleva a Polonia donde los nazis ubicaron una de los más perversos centros de tortura y asesinado, su campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.
Los campos de concentración eran sitios de reclusión nazi, bajo la anuencia y dirección de Hitler con todos sus secuaces donde, especialmente, eran llevadas familias enteras judías a quienes expropiaban sus bienes, se les utilizaba en trabajos pesados; los niños también encarcelados, eran separados de sus familias y, además, servían de conejillos de indias para “investigaciones científicas”, recordemos a Josep Mengele, el médico asesino, las niñas eran tratadas como esclavas sexuales.
Cilka Klein, una pequeña nacida en Polonia, fue llevada a Auschwitz, separada de su familia y utilizada como objeto sexual de los comandantes del sitio. Esta “obligación” sexual, una vez derrotados los nazis, fue la excusa para ser juzgada como cooperadora de los alemanes y en espurio juicio fue condenada a doslustros de prisión y traslada a, una prisión rusa muy cerca al círculo polar ártico.Vorkutá, sitio edificado por presos políticos, delincuentes, sicópatas y asesinos molestos para el nuevo régimen comunista y, por supuesto, integraba lo que el ganador del premio Nobel de literatura, Alexandr Solschenizyn, llamó Archipiélago Gulag, obra aparecida a comienzos de 1970 donde denuncia las torturas y las condiciones infrahumanas que vivió y experimentó como preso político del bárbaro régimen de Stalin y por atreverse a criticar su mandato.
Cuando coloquialmente hacemos referencia a un archipiélago, estamos identificando un sitio geográfico dentro de un mar conformado por islas cercanas entre sí, con un origen común, habitadas o no. Ejemplo, el archipiélago de San Andrés y Providencia, en Colombia que es objeto de reclamaciones por parte del gobierno nicaragüense. Solschenizyn utiliza el término como una forma figurativa porque las Gulag no son islas, sino un sistema carcelario desparramado a lo largo del extenso territorio ruso. Su obra dio origen al término: archipiélago Gulag.
La joven Cilka sufrió la revictimización. De esclava sexual de los nazis pasó a convertirse en esclava sexual de los matones que dominaban cada cárcel, generalmente violadores y asesinos. Todos los presos tenían la infame misión de trabajar en las minas de carbón que servirían para impulsar la maquinaria rusa en su despegue hacia la industrialización. Presos, hombres y mujeres, que no alcanzaban las metas de su esclavitud en el trabajo, eran asesinados directamente o castigados a pasar las noches fuera de las barracas en la fría y tenebrosa taiga rusa. Millones de seres murieron en medio de la infamia de un sistema político fundamentalista, explotador y torturador.
La conmovedora e infamante historia está resumida en un libro escrito por Heather Morris, El Viaje de Cilka. 2
Aquí entramos a preguntarnos: ¿El secuestro, la retención injusta de seres humanos en campos de concentración han sido formas de vulnerar derechos, exclusivamente de gobiernos extremistas, fundamentalistas?La respuesta contundente es NO.
En próxima edición estaremos acercándonos a la muerte en vida de millones de seres humanos víctimas del secuestro y las detenciones arbitrarias de gobiernos, guerrilleros, dictaduras y seudo democracias del mundo actual.
POST SCRIPTUM: “La violación es un arma de guerra y opresión consolidada desde tiempos inmemoriales. ¿Porqué iban los nazis, uno de los regímenes más despiadados que ha conocido el mundo, a renunciar a esa forma de crueldad en particular?”. 3
- Profesor Gregorio Peces Barba, cátedra de Derecho Constitucional y Derechos Fundamentales, universidad Carlos III de Madrid, España. Apuntes varios Máster 2001.
- Editorial Planeta, 2019
- El Viaje de Cilka, página 361
Foto portada: Imagen parcial del campo de trabajo Perm 36 creado en la década de 1940