“El árbol más fuerte no es el más alto, es aquél que más profundas tiene sus raíces”

En Caicedonia Valle del Cauca se está levantando un árbol de cultura, arte, historia, amor, pasión y comunidad; un árbol que poco a poco está dejando caer sus semillas al tiempo en que profundiza más sus raíces. El Biofestival Cilkagua se celebró por tercera vez en el municipio, esta vez regalándonos una hermosa pieza artística muralista a través de su componente BioMural Pimaná en las paredes de la Normal Superior María Inmaculada en la calle 4 entre carreras 15 y 14; allí se trabajó colectivamente con cuatro artistas invitados quienes plasmaron sus obras con el comprometido apoyo de la comunidad. Las obras realizadas son un esfuerzo en conjunto por rescatar y dar notoriedad a la iconografía del paisaje cultural cafetero; además, es una lucha por brindar relevancia a personajes importantes para la construcción de esta cultura y este patrimonio paisajístico, muchos de los cuales transcurren sus vidas sin tener el honor que amerita “echarse el pueblo al hombro”. El mural se compone de 5 piezas que buscan rescatar esas historias que se escabullen cuando no se cuentan de manera activa, aquí las paredes toman voz y gritan colores a través de la mano de Analepsya, Ela Rincón, Diablo Mestizo, Watha y los integrantes del colectivo encargados de dicho componente. Todo este proceso se teje entre decenas de manos comunitarias que ponen su pequeña mancha de pintura como contribución y compromiso con la historia, el arte y la cultura caicedonita; creando así toda una red de trabajo que contribuye a la apropiación de identidad por parte del gentilicio municipal. De esta forma se da exhibición a personajes icónicos del municipio, piezas arqueológicas de las tribus originarias en la región, procesos en la producción, elaboración y consumo de café, actividades de las juventudes caicedonitas y diversidad iconografías que complementan un hilo narrativo que destaca la cultura e historia del municipio.

A la realización del festival se suman dos componentes que destacan esa actitud resiliente del gentilicio caicedonita: Masinga y Kumba. Masinga nace como una galería de arte multidisciplinar abierta al público, en esta nueva edición Cilkagua a través de Masinga nos deleitó los sentidos con una experiencia sensible y vívida, allí fueron expuestas obras de artistas invitados, artistas por convocatoria y la maravillosa recolección de piezas gráficas históricas de los maestros Eduardo Mejía Ceballos y Gustavo Adolfo Henal Soto; este rescate cultural hecho por parte de Cilkagua da muestra a un compromiso fuerte por “endurecer las raíces” para ese árbol que está creciendo y haciéndose fuerte en Caicedonia. En Masinga se realizó la exposición de pinturas, fotografías, poesía y música, esta vez teniendo como insignia la inauguración a la galería de arte Diana Zuluaga; todo esto tejió de forma más fuerte esa conexión con la comunidad y la colectividad para construir a Caicedonia como “una galería de arte al aire libre”.

En Kumba se realizó un encuentro cultural con Mercado visual, donde distintos emprendedores sacaron a exhibición sus mejores productos, innovación y superación como insignia de cada producto; adicionalmente se realizaron presentaciones musicales para dar así cierre al festival y inauguración el biomural Pimaná.

Cilkagua es una apuesta por la historia y la cultura caicedonita, es una lucha constante por germinar las semillas que alguna vez sembraron personajes soñadores del pueblo y que hoy, gracias a este colectivo, podemos empezar a ver su crecimiento y raíz. Con la perseverancia e ingenio como banderas, Cilkagua regala al municipio un nuevo festival lleno de color, historias, amor y identidad; como caicedonitas debemos acoger al festival y brindarle todo el apoyo y atención posible, esto para que podamos construir colectivamente un árbol de identidad cultural e histórica que nos permita germinar las semillas venideras.

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