COP26: expectativas y realidades.
Con bombos y platillos se celebró entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre en la ciudad de Glasgow, Escocia, La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021, es la 26.ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
Las naciones petróleo, carbón y minero dependientes estaban esperando que resoluciones se tomaban porque de una u otra manera, podrían afectarse o beneficiarse.
La apertura estuvo precedida del show de los mandatarios y sus comitivas. Algunos llegaron con el avión repleto de turistas invitados pagados por el erario público, en tanto que otros viajaron en super aviones cubriendo el trayecto de una hora, en tanto que, en las calles de Glasgow los ambientalistas se pronunciaban para que esta conferencia fuera trascendente en los temas a tratar y no fuera una más como la de Kioto o Paris, en años anteriores.
Mucho tilín tilín y nada de paletas. A pesar de la representatividad de 103 países, la ausencia de China y Rusia, de gran desarrollo industrial y potencias en contaminación, pesó, pues como siempre sucede quienes mayor responsabilidad tienen y más pueden aportar, se hacen los sordos como sucedió en la Conferencia de parís, en la cual estados Unidos se retiró.
Por supuesto que hay excelentes intenciones: los países que han firmado este acuerdo suponen el 70% de la economía mundial y son responsables de casi la mitad de las emisiones antropogénicas de metano y se han comprometido a involucrarse, con el tiempo al programa de reducción de emisiones que ocasionan el 25% del calentamiento. Además, de EE UU y la UE, también están dentro Brasil, Indonesia, Canadá, Arabia Saudí y el Reino Unido. Aunque entre las ausencias destacan tres de los grandes emisores: China, Rusia y la India.
A que se comprometieron:
El documento final fue firmado por los casi 200 países que asistieron a la COP26 y, aunque no es legalmente vinculante, se espera que establezca una agenda global contra el cambio climático para la próxima década.
En este se destaca la mención sin precedentes de que el carbón es la principal fuente del calentamiento global y existe un compromiso para reducir su uso. India y China al final impidieron que se firmara el término de eliminación gradual de su uso como fuente de energía.
También existe un compromiso para imponer metas más estrictas contra la quema de carbón el año entrante.
También se insta a los países desarrollados a que por lo menos dupliquen sus provisiones colectivas de financiación dirigidas a ayudar a las naciones en vías de desarrollo adaptarse al cambio climático para 2025.
Se duplica así el dinero que recibirán los países pobres para que se puedan adaptar a los impactos del cambio climático.
5 puntos clave
- Se le insta a (en lugar de comprometer a) los países desarrollados a duplicar los fondos para los países en desarrollo para ayudarles a adaptarse al cambio climático.
- Se les solicita a los países a actualizar a más tardar el año entrante sus metas de reducción de carbono para 2030.
- Se hace un llamado para reducir gradualmente «el uso del carbón como fuente de energía y los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes».
- Se hace énfasis en la necesidad de «aumentar significativamente el apoyo» a los países en desarrollo más allá de los US$100.000 millones al año.
- Se establecerá un diálogo para examinar el tema de dinero a cambio del daño que el cambio climático ya ha causado.
Por fuera de la Conferencia hubo un acuerdo entre China y Estados Unidos quienes se comprometieron a impulsar la cooperación en temas climáticos a lo largo de la próxima década.
Acordaron tomar medidas en varios temas, incluyendo:
- emisiones de metano
- transición hacia energía limpia
- descarbonización
- La declaración conjunta dice que ambas partes «evocarán su firme compromiso de trabajar juntos» para lograr la meta de incremento máximo de temperatura de 1,5 grados.
En cuanto a la deforestación: Los líderes de más de 100 países, que representan casi el 85% de los bosques del mundo, prometieron frenar la deforestación para 2030.
El Carbón: Más de 40 países -incluidos los principales consumidores de carbón como Polonia, Vietnam y Chile- acordaron reducir el uso de carbón, que por primera vez de forma explícita se nombra como raíz de las causas del calentamiento global.
Financiación: Unas 450 organizaciones financieras, que entre ellas controlan US$130 billones, acordaron respaldar tecnología «limpia», como la energía renovable, y financiamiento directo para quienes se alejen de las industrias de combustibles.
Realidades de Colombia con respecto al cambio climático.
Poseemos a Cerrejón, considerada la segunda mina mundial de producción a cielo abierto. Para comenzar, hay que tener en cuenta el aporte que hace a la economía nacional y a las regionales de los departamentos en los que está presente. Solo Cerrejón entrega a Colombia y a La Guajira más de $4.000 millones diarios. Es la suma de conceptos como regalías o impuesto sobre la renta, entre otros, que no incluyen los pagos de salarios ni beneficios a los trabajadores.
El carbón suministra el 25% de la energía primaria consumida en el mundo, solo por detrás del petróleo. Además, es de las primeras fuentes de energía eléctrica, con el 40% de producción mundial. Algunos de sus más importantes usos corresponden a la generación de electricidad, la producción de acero y la fabricación de cemento.
¿Puede Colombia comprometerse a reducir la producción de carbón sin tener planes substitutivos?
Por estas épocas prelectorales es común escuchar candidatos proselitistas anunciar que la explotación de petróleo y su terminación es una bandera de su campaña que cumplirán cuando lleguen al palacio de Nariño.
Es fácil decirlo, pero: ¿algún candidato tiene idea de la petroleodependencia de nuestro país? Veamos porque: el petróleo es una fuente de energía no renovable que se obtiene a partir de la descomposición de materia orgánica almacenada en depósitos por miles de años. Esto resulta en una mezcla de hidrocarburos (compuestos con estructuras moleculares de hidrógeno y carbono principalmente) de consistencia viscosa, elevada flotabilidad y color generalmente oscuro. También posee un olor característico que varía de acuerdo al yacimiento.
Que se deriva del petróleo:
- COMBUSTIBLES Y NAFTAS.
- LUBRICANTES
- GAS BUTANO.
- DETERGENTES.
- ASFALTOS.
- PLÁSTICOS.
- PINTURAS Y SOLVENTES.
- CERAS.
- FERTILIZANTES.
- PRODUCTOS DE BELLEZA.
- PRODUCTOS ALIMENTARIOS.
- FIBRAS SINTÉTICAS.
- NEUMÁTICOS.
- HERBICIDAS, PLAGUICIDAS Y FUNGICIDAS.
- FÁRMACOS Y SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS.
Pensemos por un momento si Colombia se queda sin gasolina porque algún mandatario acaba con la explotación del petróleo, solo los carros eléctricos pueden funcionar, pero su fabricación está demostrando siete veces más de contaminación que un auto de gasolina. Y entonces los transportadores de carga, los pescadores y sus lanchitas, ¿los motociclistas?
Si se acaba el petróleo se acaba el gas domiciliario y cómo cocinarían sus alimentos los millones de colombianos que lo usan. ¿Cuál es la alternativa propuesta por los demagogos?
Mírense los productos derivados del petróleo, que faltan muchos y dedúzcase si Colombia puede, sin planes alternativos comprometerse a reducir la explotación, y mucho menos acabarla de tajo como alguien propone para ganar adeptos.
Absolutamente ninguno de los países productores de petróleo ha manifestado terminar con la explotación de petróleo. A eso llegaremos cuando se agoten los yacimientos, y cuando eso, debe haber alternativas. Hacerlo en un país Colombia, sería, como dice un político más centrado, “un suicidio colectivo”, pues con que reemplazamos la gasolina, los lubricantes, el gas natural, los fertilizantes, el asfalto, las pinturas, etc. Retrocederíamos a un estado de subdesarrollo que ni siquiera los países más pobres del mundo tienen.
Por estas razones unos son los deseos y otras las realidades con respecto al cambio climático.
