“EL PASADO NOS ENSEÑA MUCHAS VECES EL CAMINO QUE HEMOS DE TOMAR EN EL FUTURO”

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JOEL GARCIA P.

ARQUEOLOGO

COORDINADOR COMITE DE PROTECCION

ARQUEOLOGICO DEL QUINDIO

El paso de la caza y la recolección nómada a la agricultura sedentaria fue uno de los cambios comportamentales más destacados desde el surgimiento de los humanos enAfrica hace unos 200.000 años.

Esta transición produjo cambios profundos en las sociedades, entre ellos una mayor densidad de la población, enfermedades, desigualdad social, el surgimiento de las civilizaciones y la vida urbana.

Frente a una nueva realidad de las sociedades contemporáneas producto de la vida urbana, los corredores vialesservirían como una nueva y consistente red de interconexión de estas áreas urbanas y otros espacios tratados desde la Arqueología del Paisaje(ver imagen arriba, donde se realiza una Prospección Arqueológica), encaminados a minimizar procesos y ciclos naturales, contribuyendo a transformar patrones urbanosgenerando riqueza ambiental en los espacios urbanos, cada vez más indignos y caóticos, cuando por causa de la pandemia, las restricciones en espacios cerrados se hizoobligatoria.

La utilización de estos corredores viales abandonados, se presentan como una solución o alternativa para mitigar y compensar los crecientes problemas ambientales urbanos, específicamente, en lo relacionado con el manejo de los residuos sólidos, la regulación de la temperatura frente a las variabilidades climáticas, la degradación ambiental proveniente de la masiva y descontrolada urbanización, dondeestos corredores, serían espacios libres ubicados a lo largo de miradoresantiguos,permitiendo una conexión entre lugares de interés como estaciones antiguas, parques, infraestructura de patrimonio cultural (sitios arqueológicos), áreas residenciales y reservas naturales. Estos corredores se vienen planificando desde la década de los 60 y se han gestionado con múltiples finalidades, entre ellas: ecológicas, culturales, estéticas y recreativas. Todas ellas, compatibles con el uso sostenible de la tierra.

La llegada de esta estrategia a Colombia ha sido relativamente reciente. De acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente, la incorporación de la biodiversidad dentro de la planificación del ordenamiento territorial, se ha dado en ciudades como Fusagasugá, Pasto y Barrancabermeja, en donde se destacan aspectos relacionados con la conectividad y las redes ecológicas, áreas verdes públicas y privadas.

El caso de Bogotá es reciente. De acuerdo con la Alcaldía de la capital del país, en octubre de 2020, se inició un proceso de consulta ciudadana para el diseño participativo de un nuevo corredor verde por la carrera séptima. Sin duda, esta iniciativa corresponde con una apuesta para la configuración de una ciudad sostenible. Esto último, por cuanto no sólo se encaja dentro de las tendencias mundiales de adaptación de espacios urbanos tradicionales a nuevos esquemas amigables con los elementos naturales, sino que valora un factor que no suele ser siempre considerado a la hora de recuperar y valorizar espacios urbanos, más aún, a través de infraestructura verde.

De acuerdo con Lucas da Silva Rudolpho, ZuleicaKarnopp y Alina Gonçalves Santiago, en un análisis cualitativo de caso sobre la recuperación y valorización de un espacio inmerso en una ciudad al sur del Brasil, se identificó que, “las interacciones entre los elementos naturales y antrópicos, no solo representan diferentes momentos del desarrollo de las sociedades, sino también, a través del proceso de análisis relacionado con las reflexiones y diálogos, se identificó que la percepción de la población sobre el paisaje de una región, involucra elementos en busca de diferentes significados que tienen que ver con los propios elementos de los espacios urbanos, así como sobre las relaciones que tienen las personas con el espacio a intervenir y las estructuras antrópicas en la zona de influencia”.

En ese sentido, estas propuestasenfocada a transformar estos espacios urbanos deben superar las inversiones de ingeniería de alto impacto y de costos elevados, dando paso a la creación de espacios que otorguen una nueva apropiación social de las áreas, valorando dimensiones ecológicas, culturales, afectivas y estéticas, que afloran en los espacios urbanos, creando valores a los beneficiarios de estos proyectos: peatones y ciclistas dentro de un espacio vital. En ese mismo sentido, se precisa que el ejercicio de participación ciudadana hace parte de una construcción histórica colectiva, pues estas antiguas vías férreas no solo son un escenario especial, sino que representa el símbolo de algunos momentos históricos importantes de nuestro país.

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pixabay.com › es › Photos.  Transepto de Vía Férrea.

COMO PRESERVAR Y PONER EN VALOR EL PATRIMONIO PREHISPÁNICO(ARQUEOLÓGICO), Y EL VALOR CULTURAL E HISTÓRICO EN ESTAS ANTIGUAS VÍAS FÉRREAS

ACCIONES:

  • Identificando y mejorando las áreas de articulación del patrimonio cultural inmaterial prehispánico a la estructura urbana.
  • Promoviendo la puesta en valor de zonas monumentales y especiales.
  • Fortaleciendo el patrimonio cultural inmueble

COMO IMPULSAR LA CREACIÓN DE RECORRIDOS TURÍSTICOS GENERADOS POR LA ARTICULACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL INMUEBLE EN ESTOS CORREDORES VERDES

ACCIONES:

  • Identificando la ubicación del patrimonio cultural y generar una red de recorrido turístico Cultural.

PEATONES CON FUNCIONES AMBIENTALES RECREATIVAS, CULTURALES Y PAISAJÍSTICAS

A simple vista parecen suaves lomas sobre las que, a veces, incluso han sido construidas casas, pero los expertos conocen desde hace más de un siglo que los términos presentan en su subsuelo valiosísimos rasgos arqueológicos desde hace 18.000 años y otros muchos vestigios prehispánicos, que se encuentran en procesos investigativos,
de tal manera que se compagine la conservación del patrimonio histórico y etnográfico con su puesta en valor y su uso como un espacio público-cultural.


El patrimonio arqueológico de nuestro departamento es «excepcionalmente amplio», según se recoge en las plataformas de investigación, que alerta sobre la existencia de una doble problemática. La primera es su propia identidad, por lo tanto, se deben elaborar cartas de riesgo arqueológico, catálogos e inventarios. La segunda es la extremada fragilidad de este patrimonio, amenazado por un proceso de deterioro y destrucción.
La adopción de medidas específicas de protección por parte de los planes generales de ordenación urbana de los municipios (que son inexistentes), y que atañe a donde se planean las intervenciones, de tal modo que se deben establecer directrices para la integración de este patrimonio en los procesos de nuevas ocupaciones de suelo, una integración que debe entenderse no sólo en el sentido de la documentación de estos bienes o de su conservación, sino también, fundamentalmente, en el de su recuperación. Los corredores verdes que se están construyendo actualmente en el país se han planteado con la finalidad de poner en valor para su uso recreativouniendo los cascos urbanos y los principales espacios de uso público, permitiendo a ciclistas y peatones no tener que atravesar ni discurrir por ningunacarretera.


LA INMEJORABLE SITUACIÓN GEOGRÁFICA

No cabe duda que los contornos que ofrece nuestro departamento, no deja de ser una gran ventaja para desarrollar estos corredores en las antiguas vías férreas, espacios estos con recorridosque se pueden realizar en cualquier momento sin estar sujetos a las inclemencias del tiempoy desplazamiento con consecuentes reservas económicas.

En los años 60, aparecen tanto las modalidades de corredores ecológicos o corredores verdes con la ambición de “concebir con la naturaleza“, donde con diseños cuidadosos permitirían potenciar los efectos de la naturaleza sobre el entorno y sobre los elementos naturales que la componen (agua, microclima, fauna y otros).

Un corredor ecológico es un sitio o cauce con capacidad para hacer que especies animales, vegetales u hongos, se desplacen o dispersen y su principal función tiene que ver con mitigar los impactos causados por los diferentes usos urbanos y rurales en los hábitats naturales, mientras los corredores verdesdeberán cumplir plenamente su función de adaptabilidad y desplazamiento del hombre, incorporando algún tipo de movilidad que no necesite otra energía que la generada por el propio paseante, sea aquélla peatonal, ciclista o ecuestre.

Con lo señalado hasta aquí parece evidente que es el corredor verde el que tiene mayor potencial para integrarse como herramienta y componente a cualquier escala en nuestro entorno, en donde en estos corredores verdes, entendidos como “paseos”, tiene un valor y un uso en sí mismo,arropándolodentro de un tejido que le daría más vida, natural y/o social, donde la compatibilidad de usos, funciones y servicios dependerá de su diseño, interno y externo.

No es el objetivo de este pequeño artículo abarcar el “sistema del verde”, pero es imposible no establecer las relaciones entre corredores y planificación y menos aún defender una opción para las mismas sin tener en cuenta una visión integral de los mismos.

El sistema de espacios libres puede ser un espacio encauzado, ideologizado, lleno de un discurso político de corrección y “buenas prácticas”, o puede ser un espacio disponible para que la población – humana, aunque también vegetal – animal se apropie de él. El disfrute de corredor y sus redesasí como su vocación intrínseca de servicio a una ciudad sostenible para el futuro dependerá en gran medida, de un buen diseño y re-diseño de accesos, dimensiones y de las relaciones que propicien su planificación y con reglas establecidas con su entorno natural y social.

LA ARQUEOLOGÍA DEL PAISAJE

Esta subdisciplina de la arqueología y la teoría arqueológica , es el estudio de las formas en que las personas en el pasado construyeron y utilizaron el entorno que les rodea. También se conoce como arqueogeografía (del griego ἀρχαίος «antiguo» y γεωγραφία»estudio de la tierra»).

La arqueología del paisaje es intrínsecamente multidisciplinaria en su enfoque del estudio de la cultura y es utilizada por arqueólogos dada la característica clave que distingue a la arqueología del paisaje de otros enfoques arqueológicos de los sitios y las relaciones de los sitios entre la cultura material, la alteración humana de la tierra / modificaciones culturales al paisaje y el entorno natural.

El estudio de la arqueología del paisaje (también denominada a veces arqueología del paisaje cultural ) ha evolucionado para incluir cómo se utilizaron los paisajes para crear y reforzar la desigualdad social y anunciar el estatus social de uno a la comunidad en general. El campo incluye la dinámica de los objetos geohistóricos, como carreteras y vías alternas (como las férreas), muros, límites, árboles y divisiones de la tierra.

Conviene entonces recordar:

“Una red, para que lo sea, tiene que ser una red mental”.

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