Arrierías 86

Mario Ramírez Monard.

“Dios Todopoderoso creó el deseo sexual en diez partes; de ellas dio nueve partes a la mujer y una al hombre”. 

“Los hombres tienen a su cargo a las mujeres, porque Dios ha hecho a los unos para aventajar a las otras y porque gastan sus propiedades”

“Despósate con las mujeres que quieras: dos, tres o cuatro; y si crees que no puedes satisfacer a tantas, entonces, toma sólo una”.

“El marido puede pegarle a la mujer si le desobedece, obligarla a compartir sus atenciones con varias esposas más, divorciarse de ella a su antojo y quedarse con la custodia de sus hijos”.

“Respeta a las mujeres que te han dado la vida, pero si las mujeres son desobedientes: amonéstalas, mándalas a otro lecho y castígalas”. 1

Confieso a los lectores de Arrierías que tenía listo un material especial sobre conflictos armados internacionales para dar a conocer las bases sobre las cuales deben actuar los países en confrontaciones armadas internacionales, guerras que han venido escalando desde el enfrentamiento entre dos países para extenderse a puntos geopolíticos importantes y puede llegar a convertirse en una conflagración mundial de gigantescas proporciones, mucho más graves que las pasadas guerras mundiales. Sería una verdadera catástrofe.  El cambio del tema para esta edición obedece a la escalada violenta que, especialmente en Colombia, se está presentando en contra de la mujer, de las niñas en una sociedad con una Constitución política de avanzada que poco tiene que envidiar con los ordenamientos políticos de muchos países de gran compromiso social y de respeto por el ser humano, países que tienen como esencia u objetivo central la Dignidad de las personas, sin exclusión. Recordemos que la palabra DIGNIDAD significa el Derecho a tener Derechos.

Las citas que encabezan este escrito hacen parte de una cultura religiosa fundamentada en el Islam o en disposiciones de sus líderes, desde Mahoma, Ulemas, Imanes, Ayatolas,  o califas hasta personas del común, esto es, integrantes de una sociedad cerrada, machista que fundamentan su poder discriminatoria contra la mujer teniendo como base la interpretación particular del Corán, libro del islam, una especie de biblia que identifica, por ejemplo, al mundo cristiano o católico o la Torá para los judíos. Son llamados libros sagrados.

No vamos a meternos en críticas a organizaciones sociales o contra países donde impera el criterio religioso, político o económico de dominio de una élite que basa sus principios en la discriminación social, en la violencia contra la mujer, en la explotación de sus habitantes desconociendo sus derechos a través de la justicia social. No. Partimos del principio del derecho de los pueblos, de los Estados a escoger su destino político, económico. Nuestro punto de vista va dirigido a tratar de entender por qué un supuesto Estado Social de Derecho, según lo determina nuestro ordenamiento jurídico, ejerce tanta violencia de género, contra la mujer. Tenemos que aceptar, lastimosamente, que la misoginia es una constante en el comportamiento de muchos colombianos. Pero ¿qué es la misoginia?

En su esencia y utilizando más una manera didáctica y entendible del término -sin meternos en profundidades filosóficas-, la palabra significa odio, rechazo hacia el género femenino, situación que se da en sociedades patriarcales y que ha sido una constante desde tiempos inmemoriales. Este rechazo u odio, generalmente deriva en violencia, sometimiento a la fuerza e imposición de una voluntad expresa del hombre dominante, el patriarca, el abusador. Por eso los feminicidios, el asalto sexual, la violencia contra la mujer.

Es triste y repugnante escuchar las constantes noticias sobre la cantidad de mujeres asesinadas en Colombia por parte de sus parejas, con un agravante: hay denuncias, pero policías, jueces y/o fiscales dan un tratamiento secundario a estos actos de barbarie y muchas veces re victimizan a quienes se atreven a poner en conocimiento de las autoridades estos hechos grotescos de violencia, de asesinatos premeditados.

Es triste saber que, en nuestro país, Colombia, tenemos un Ordenamiento jurídico de avanzada que la mayoría de su población desconoce. Año tras año se gradúan miles de profesionales que desconocen su país, su historia, su Constitución lo que nos lleva a pensar que hay una falla estructural en el aparato educativo. Los derechos y la Constitución deben ser materia obligada para todo colombiano desde que llega a la básica primaria y los padres de familia deben ser, también, educados en ese aspecto. Necesitamos formar, primero, ciudadanos y luego científicos o profesionales. Si esto no se hace, la situación de discriminación, de misoginia, de violencia contra la mujer y los niños seguirá siendo una constante.

Como prueba de esta violencia histórica, terminamos este escrito -hecho con dolor y tristeza-, tomando como referencia otras citas para aseverar que la misoginia empezó desde tiempos inmemoriales y, a pesar de lo avanzado de los tiempos, continua. 

“las mujeres, como instrumento de la caída del hombre en el Edén, no pueden aparecer con la cabeza descubierta en la casa del Señor”. San Pablo.

“Sólo el aspecto de la mujer revela que no está destinada ni a los grandes trabajos de inteligencia ni a los grandes trabajos materiales”. Arthur Schopenhauer, filósofo alemán (1788-1860).

 Definitivamente, mundo lleno de estúpidos. ¡Aberrante!

POST SCRIPTUM. Felicitaciones al rector, profesores y al director de Bellas Arte de la Universidad del Quindío por el apoyo que están dando a la cultura artística y musical a toda la comunidad del Eje Cafetero. ARMENIA NECESITA UN GRAN TEATRO, EL QUINDÍO LO MERECE.

Citas del libro Un Mundo bajo el Velo. La vida oculta de las mujeres musulmanas escrito por Geraldine Brooks.

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