Para: Arrierías 49

Mario Ramírez Monard

Este escrito, que debería haber aparecido en edición 48, fue aplazado en razón de circunstancias de fuerza mayor como consecuencia del fallecimiento de personas muy allegadas a nuestra revista digital Arrierías y que representaron para la comunidad ser reconocidos como personajes de grandes valores humanísticos, familiares, de amistad, en fin, personajes de nuestros afectos para la historia. 1.

Habíamos planteado que la brutal invasión al continente africano destrozó la milenaria estructura social de miles de clanes a lo largo del inmenso territorio y que el pacto de Berlín, reunión de poderosos países poseedores de riquezas -en su mayoría habidas por saqueos y guerras inmisericordes-, cambió la misma esenciade libertad y los lazos de solidaridad que prevalecían casi desde la aparición del ser humano en el mundo en estaÁfrica, madre de toda la humanidad. De ser seres libres, independientes, con profundos valores espirituales, los africanos se convirtieron en comercio infame de esclavitud, en servidumbre de reyes y señores de la guerra, en objeto de desplazamientos forzados, violencia sexual. Los europeos, sus “conquistadores”, les robaron su propia esencia, su alma, su libertad.Más de cuatrocientos años de ignominia.

Las cifras son apocalípticas: datos de investigadores nos hablan de 21 millones de negros africanos muertos en el mar como consecuencia del hacinamiento, las tempestades, las enfermedades adquiridas en largas semanas de confinamiento en barracas especiales construidas en el fondo de los barcos en tránsito hacia desconocidos lugares para estos seres aterrorizados, encadenados y tristes. Cerca de 15 millones sobrevivientes fueron convertidos en mercancía, en un comercio infame de seres humanos para ser explotados en las grandes haciendas de producción agrícola en América tanto insular como continental.

Los primeros esclavos fueron llevados a Portugal por Enrique el navegante en 1.444. Además de llevarlos encadenados a las subastas, eran marcados como ganado, obligados a obedecer a través del látigo o de la muerte. Las mujeres jóvenes tenían un alto costo porque servían de “reproductoras” y los hijos nacidos en cautiverio servían para aumentar las ganancias de esclavistas o traficantes intermediarios. Importante resaltar que fue Brasil, en poder de portugueses, fue el mayor receptor de negros traídos como esclavos.

Algunas etnias africanas, dominadas por europeos, se convirtieron en “cazadores” de negros para entregarlos a poderosas organizaciones de traficantes, muchos de ellos árabes. Los Ashanti, por ejemplo, luego de la infame cacería, intercambiaban a los nuevos esclavos por armas, pólvora o algunos abalorios, como también alimentos necesarios para la supervivencia de pequeños agricultores y ganaderos africanos incipientes.

Ghana, se convirtió en un centro de “acopio” de negros destinados al comercio esclavista. Eran encerrados en celdas infames, con muy poca alimentación donde esperaban la llegada de subastadores y “transportistas” que llevarían a los negros amarrados y en largas caravanas de caminantes hacia un fatal destino: esclavitud de por vida.

En los libros citados en la primera parte de este trabajo escrito, aparecen fotos de personas mutiladas de manos o piernas por el solo hecho de desobedecer o no cumplir a cabalidad las “obligaciones” impuestas por los nuevos amos. 2-

Liberia es un pequeño estado africano ubicado en la costa occidental de África. Su historia es muy particular. La guerra de secesión de norte América inició el proceso de liberación de esclavos en el creciente y poderoso país. Miles de esclavos liberados generaban recelo y cierto resentimiento en millones de habitantes de raza blanca. ¿Como controlar o solucionar el problema?

Una poderosa firma explotadora de recursos agrícolas compró, arma en la cabeza del jefe de un clan africanode occidente, plena costa africana y por ínfima cantidad de dólares, armas e insumos para la supervivencia de la comunidad. Fundan allí un enclave cuyo objetivo final era devolver sus esclavos al sitio de origen como una forma de “limpiar” o “hacer justicia” con sus esclavos otorgando tierra para que allí trabajaran. Aparece, entonces, Liberia, como símbolo de “libertad” y ponen nombre a su capital. Monrovia. ¿Recuerdan a James Monroe, el de la doctrina de América para los americanos? Pues es el homenaje que hacen a este imperial expansionista del dominio norteamericano sobre el resto del continente.

El caso de Liberia es muy singular, pues a la llegada de los norteamericanos negros a la tierra de sus ancestros, luego de ser esclavos en América y de ser simples sirvientes de supremacistas blancos, se acomodan en el nuevo hogar y con el paso de algunas décadas, copian el mismo sistema de dominio que sufrieron: esclavizan negros y los ponen a su servicio en un inmisericorde plan de dominio de negros libertos sobre negros africanos. Una infamia que ha llevado a este país a una guerra constante en épocas modernas de la cual existen referencias recientes.

En mi época de estudiante universitario en la universidad del Quindío, tuvimos un profesor de geopolítica, Fabián Orozco, excelente profesor, una caja de música y profundo conocedor de la ignominia sufrida por los negros en todo ese proceso de expoliación europea. No solo esclavizaron los negros, sino que se llevaron casi todos sus recursos económicos: diamantes, minerales diversos, caucho, maderas. Al sur de África llegó un aventurero, Cecil Rhodes, explotador y descubridor de la inmensa riqueza diamantífera. Se enriqueció en pocos años, pero no invirtió en la región donde expolió esa riqueza. Creó unas becas para estudio, las becas Cecil Rhodes donde daba todo el apoyo económico para cursar estudios universitarios en Europa o Norteamérica. La condición: ser descendientes de europeos, raza blanca y ojos claros. Por supuesto, los negros, verdaderos dueños de la riqueza, estaban excluidos. En su honor, se nombró un país Rhodesia, can capital Salisbury, hoy, afortunadamente, llamado Zimbabue.

Cuestiones de espacio en Arrierías, limitan un poco ampliar más toda esa historia de saqueo, explotación, esclavitud y asesinatos colectivos de grandes comunidades ancestrales en África. Sobre esos seres humanos y su descendencia, por siglos, se han realizados campañas de exterminio, discriminación, racismo, lapidación e injusticia. Entre esos países sobresalen Estados Unidos, los países europeos que hoy ven con horror como llegan oleadas de personas, mujeres, ancianos, niños y hombres jóvenes buscando un porvenir, la subsistencia y. luego de aportar a la riqueza de esos países, esos seres humildes solo reciben el rechazo total de sus antiguos verdugos. Colombia no queda atrás en esta narrativa, pero esa, es otra historia que más adelante develaremos.

POST SCRIPTUM: Colombia, país multiétnico, multicultural, con fuertes lazos de ascendencia indígena y negra; país de mestizos y mulatos, utiliza hoy la misma discriminación del eurocentrismo europeo. Para algunos políticos, dueños del poder y la economía, los negros deben vivir en regiones lejos de las capitales y los indios en sus resguardos. Muchos se creen descendientes de dioses y no son más que el producto de centenarias relaciones sexuales forzadas, incestuosas de aquellos conquistadores asesinos y abusivos que dejaron una estela e historia negra en las venas sangrantes de Colombia. Esta Colombia Amarga, como bien lo analizaba en sus escritos el inmortal analista de la realidad colombiana y mundial, periodista y hombre de letras recientemente fallecido, Germán Castro Caycedo.

  1. Léase el Post Scriptum edición 48
  2. Edición 47
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