Editorial Arrierías 84.
Mario Ramírez Monard
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Sentido de pertenencia –pertenecer a-, es una palabra que ha hecho carrera en el mundo actual y que tiene el mismo significado de raigambre, es exactamente igual a colombianismo, europeísmo, judaísmo, cristianismo; ismo, terminación que se agrega a una palabra a la cual se le puede dar múltiples acepciones y que en nuestro pueblo se celebra cada año, el 20 de abril, llamándola caicedonismo.
Desfiles, banderas izadas en espacios públicos o privados, entonación masiva de nuestro bello himno, abrazos, discursos, en fin, una verdadera fiesta cívica, pero…. ¿realmente sentimos lo que celebramos? ¿amamos realmente nuestro rinconcito montañero donde nacimos, nos criamos y vivimos en la actualidad con nostálgico recuerdo? La respuesta nos lleva a la duda, pues el sentido de la palabra nos conduce al concepto de amor, respeto por lo que se tiene, por nuestros valores, por la solidaridad, por nuestro entorno, en fin, por la defensa de lo que natura nos ha dado.
Es doloroso reconocer que nuestro municipio es un caos porque impera el anti-civismo, el arrasamiento de la naturaleza, el crecimiento desmesurado sin una verdadera planeación, el irrespeto hacia nuestros valores ancestrales, esa solidaridad que existía hace décadas en las cuales verdaderos líderes sociales trabajaban con denuedo por el bien común. Construyeron el hospital, la iglesia. Las obras sociales, sin miramientos politiqueros de ninguna especie, eran el objetivo de esta población rural que tuvo reconocimientos internacionales por producir el “mejor café suave del mundo”. Caicedonia, a pesar de las diferencias que sembraron algunos políticos sin medir las consecuencias de la violencia, era un pueblo feliz. Hoy no lo es.
Podríamos enumerar cantidad de fallas, pero la que más sobresale, actualmente, es la falta de solidaridad. Desde un análisis sociológico profundo y serio, creemos que impera la ley del más fuerte, del seudo dirigente que aparece con soluciones efímeras que en nada solucionan la gran problemática social de pobreza que vive actualmente nuestra sociedad. Se hacen curaciones superficiales a la desesperanza sólo para ganar unos votos, para dominar el poder.
Si la administración actual logra entender, por fin, que las soluciones al problema social están en proyectos sociales de envergadura que tengan como meta la estabilidad económica de las familias, Caicedonia vuelve a recuperar la confianza en un porvenir con dignidad. Apoyar a nuestros niños, los emprendimientos familiares con cafés artesanales, la creación de espacios para que nuestros niños y jóvenes puedan complementar el currículo escolar con el arte, la música, la gastronomía.
Todos los emprendedores de nuestro municipio necesitan un espacio físico donde puedan presentar y comercializar -en forma permanente- sus productos, lo que se produce como economía circular en sus pequeños predios rurales. Eso es hacer caicedonismo. Lo demás, simples pompas al viento.
POST SCRIPTUM: a propósito, la alcaldía, colegios, escuelas y comercio de bares, restaurantes y usted, persona de la sociedad civil que nos lee, ¿dónde compra su café para venta, consumo, familiar, institucional y/o personal? ¿En un supermercado o tienda producido por grandes empresas nacionales? ¿Apoya usted el emprendimiento local, nuestros cafés de origen? Si lo hace en los supermercados y consume cafés pasillas con bellos empaques sin saber su origen, eso NO ES CAICEDONISMO. Si compra lo nuestro, lo que producen artesanos y campesinos de nuestro pueblo, usted, amigo, sí ama su tierra, sí tiene sentido de pertenencia, sí hace caicedonismo. Usted, es un buen Caicedonita.
Estimado Mario, luego de disfrutar la lectura de la revista y compartirla, quedo siempre agradecida por tu apoyo e interés en estos espacios que me das. Para ti y los tuyos, con indeclinable afecto, mi abrazo.
La comunicación que establecen ustedes por medio de la revista virtual Arrierías cuyo lenguaje depurado, no claudica, sino que será con él, a otro nivel, en lo poético, en prosa depurada, enalteciendo a los trabajadores de la palabra y dando magnifica oportunidad a los lectores.
Sonido, metáfora y temple de espíritu en policromía mensajera.
La leeré porque se lo que significa para cada uno de los escritores en ella participando.
Muchas gracias, maestro Mario Ramírez M.
Felicitaciones, muy importantes artículos, los leí con mucho sentir, agradables y con un llamado al sentido de pertenencia, nuestro patrimonio. Gracias, maestro.