Cuando escucho detenidamente al nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros ingeniero agroindustrial German Alberto Bahamon Jaramillo, quien fue elegido por la unanimidad de los representantes cafeteros del país, preocupa el diagnostico que hace del sector cafetero colombiano al día de hoy, donde además de tener una caficultura que está envejeciendo y no ha tenido una buena renovación, insiste en que hay que enfrentar una baja significativa de la prima del café colombiano, baja de la cotización en la bolsa de valores y del déficit que hoy tiene el fondo nacional del café.
Viendo de la manera más objetiva posible este panorama, nos encontramos entonces, con una situación crítica en el sector agrícola más importante del país y que mayor sostenibilidad social genera en sus 560.000 familias.
Llego el momento, dice el gerente Bahamon, de cambiar el tipo de negocio para cada uno de los caficultores. Y esto no es nuevo!. En un mundo globalizado donde los medios de comunicación agilizan cualquier negocio en cualquier parte del mundo, hay que incentivar los emprendimientos productivos que a través del café se genera.
El agroturismo, la venta de café tostado y de origen, la venta de infusiones y mermeladas de pulpa de café, la asociatividad para lograr beneficios colectivos con incentivos de ONGs internacionales y el buscar que toda la familia se involucre en el negocio, son alternativas viables si se quiere seguir dentro del negocio del café.
Pero este tipo de transformaciones solo se puede lograr con un apoyo decidido y constante de la dirigencia gremial y la dirigencia política local, regional y nacional.
Hoy habla la ministra de agricultura y desarrollo rural de programas que empiezan a implementarse para la renovación de cafetales a través de un Incentivo a la capitalización rural (ICR). Pero preocupa que no se habla del mejoramiento de vivienda para los caficultores, del apoyo a emprenderismos en café, del mantenimiento de las vías de acceso, y de la oferta para la implementación de cultivos en otros renglones agrícolas y de mayor rendimiento, para los caficultores.
Pienso que lo más importante es darle sostenibilidad al sector agrícola, mostrar alternativas en agricultura, y ojala, en encadenamientos productivos, para que el agro en nuestro país permanezca habitado y esperanzado y le siga dando la estabilidad social y la seguridad alimentaria necesaria para nuestro país.
Se vienen elecciones locales y regionales en nuestro país: ojala los próximos mandatarios piensen seriamente que se debe apoyar los procesos productivos agrícolas porque “el derecho a los alimentos es un derecho humano fundamental que asegura la subsistencia del ser humano y su desarrollo pleno”, y son los alimentos y gran parte de los insumos que se producen en las fincas los que facilitan la vida, porque vienen del mundo rural.
“SIN CAMPO NO HAY CIUDAD”
«El Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – Unesco, inscribió en la Lista de Patrimonio Mundial el Paisaje Cultural Cafetero el 25 de junio de 2011. Este reconocimiento compromete al Estado colombiano, a la comunidad internacional, nacional y local a su protección, pero es a la vez es una oportunidad para que sus habitantes y visitantes conozcan el paisaje y participen en su preservación.
«https://paisajeculturalcafetero.org.co/descripcion/
Nuestra economía y cultura giraban alrededor del Café desde el siglo XIX, por supuesto la música, la arquitectura (borrada de Caicedonia), transporte, procesos de producción le dieron una forma al paisaje cafetero, entre otros. Que es lo que duele. Se crean leyes que riñen con la realidad que se esta viviendo por parte de los cafeteros. Se declara patrimonio del mundo por su cultura cafetera y , el aporte de estos organismos internacionales fueron de más de 200 millones de dólares a 10 años. ¿En qué manos quedaron? ¿Quiénes son los nuevos dueños de nuestras tierras? ¿Grandes deforestaciones para sembrado de aguacate Hass? ; construcciones de cemento que no tienen nada que ver con el PCC, desaparece poco a poco el festival de música campesina en Sevilla, ni siquiera la gastronomía propia , la cual esta siendo reemplazada por comidas extranjeras para satisfacer al foráneo que paga en dólares. La educación baluarte de la cultura, está feneciendo en lo rural y lo urbano, desaparecen para siempre escuelas. Entonces de ¿Qué hablamos cuando nos referimos a un Patrimonio Mundial el Paisaje Cultural Cafetero?