No es necesario situarse en la órbita internacional, ni siquiera nacional, basta con ubicarse localmente para deducir que nadie es profeta en su tierra.
El pasado mes de agosto, falleció Oscar Piedrahita González, escritor caicedonita de gran trayectoria y vinculado a su terruño con poemas y cantos que hemos publicado en Arrierías, conjuntamente con su biografía. Era licenciado en Lingüística y Literatura y miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua. Catedrático universitario y ex columnista de El Espectador y la Crónica del Quindío. Fue creador y director de la sección ‘Lengua y habla’, del programa cultural ‘Monitor’, de Caracol.
Quien difundió la noticia de su muerte, Manuel Tiberio Bermúdez, y quien se mueve en el ámbito literario y periodístico, le hizo un homenaje escrito, reproducido en Arrierías 76.
Un personaje de tanta importancia debió ser exaltado en su lugar de origen lamentando su muerte, por medio radial o escrito, o con un conversatorio de los medios culturales para difundir su obra.
No hay un lugar que reconozca uno de estos personajes, ni muertos ni vigentes. El Padre Sendoya, Roger Ríos, Jairo Serna, Oscar Piedrahita, Tiberio Bermúdez, Luz Aida Yepes, Mario Ramírez, Henry Hore Espinal, y muchos más son identificados solamente por un escaso número de personas que conforman un estrecho círculo cultural, y son esas personas las que asisten a los lanzamientos de las obras y se regocijan con sus éxitos, ejemplo: el último libro de Tiberio, o el de Henry, o la difusión, en Argentina de “la Impronta”, de Luz Aída.
¿Y qué decir de estos apellidos?: Mejía, Henao, Rivas, Gallón, Cubillos, Zuluaga, etc. Solo reconocidos en galerías y salones nacionales e internacionales porque en su pueblo natal pasan desapercibidos.
“Turísticamente Aracataca tiene renombre y atracción mundial. Un turista conocedor del BOOM de la literatura latinoamericana y especialmente de GGM y su obra universal Cien Años de Soledad, vendrá motivado por conocer ese lugar mítico, pero real con nombre y presencia física llamado Macondo y visibilizado como Aracataca.
Sin embargo, ningún tour nacional o internacional incluye la visita y recorrido por Aracataca. Como queda a un poco más de una hora de Santa Marta, destino turístico por excelencia, quien desee visitar Aracataca debe hacerlo en visita particular utilizando medios de transporte público o privado por fuera de su programa turístico.
Cuando hay una fecha conmemorativa en torno a GGM, Aracataca programa actividades dignas de resaltar, pero hasta ahí, no hay continuidad y el pueblo, como Macondo, entra en un ciclo de letargo similar a la enfermedad que alguna vez atacó a los habitantes de Macondo.” 1.

Sin embargo, para nuestro orgullo, el 28 de mayo de 2022, fue inaugurada en Barcelona, España, la que es considerada la MEJOR biblioteca del mundo, dedicada a Gabriel García Márquez, nuestro padre del realismo mágico costeño.
Dice el periodista español, GUSTAVO TATIS GUERRA: “Los caminos impredecibles de la ruta de Macondo viajan a Barcelona, en donde se erigió la mejor biblioteca del mundo con el nombre de Gabriel García Márquez, en cuatro mil metros cuadrados en el corazón de la ciudad.
La biblioteca contiene el tesoro de cuarenta mil documentos en una sala, con una colección bibliográfica que funciona como una sola unidad de más de 2 millones de documentos, según contó su directora Neus Castellano Tudela a El Universal. Esta cifra puede parecer pequeña para los más de 3.300 metros útiles que tiene la biblioteca, y no lo es, explica Neus, si pensamos que cualquier usuario de la Biblioteca Gabriel García Márquez “puede pedir que se le sirva en la biblioteca cualquier libro u otro documento de las 39 bibliotecas públicas de la ciudad de Barcelona”.
La Biblioteca GGM es la mejor no solo por su bella y estratégica arquitectura funcional que irrumpe en el paisaje y establece un diálogo con los transeúntes y con los viajeros que pasan por Barcelona, sino también por los tesoros que contiene: la literatura especializada en América Latina, muchos de ellos, escritores del histórico fenómeno literario y editorial que estalló como una bomba con nuevos ímpetus renovadores, nuevas ideas y nuevas maneras de contar las realidades del continente.”
La biblioteca ha sido seleccionada como finalista al Premio internacional de Mejor Biblioteca Pública del 2023 que entrega la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA).





Se siente una envidia ajena porque en Colombia estos reconocimientos no existen. Los hay para políticos iletrados cuyos nombres aparecen en recintos culturales con gran pomposidad.
Álvaro Mutis, cuyo centenario del natalicio, acabamos de celebrar, es considerado el Premio Nobel a la sombra, sus merecimientos como escritor y poeta y sus reconocimientos a nivel hispanoamericano lo colocan a la altura de los mejores y ser merecedor de una memoria colectiva en nuestro pueblo.
Al contrario, su casa natal, que debió restaurarse o conservarse, ahora es una ruina que muestra el desprecio por nuestros artistas.
“Nació el 25 de agosto de 1923, en Bogotá y falleció en Ciudad de México, el 22 de septiembre de 2013. Hizo sus primeros estudios en Bruselas, Bélgica, debido a que su padre lo nombraron miembro de la delegación colombiana de esa ciudad. Allí aprendió los contrastes que existen entre el primer mundo europeo y el tercer mundialista, América, donde vivió la mayor parte de su vida.
Uno de los monarcas de la narrativa fue condecorado con el premio Xavier Villaurrutia, el Príncipe de Asturias de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes, entre otros. Su obra perdura en la memoria literaria, con su personaje principal, Maqroll el Gaviero, y con su primer libro de poemas ‘La balanza’ que fue consumado por las ardientes brasas durante los disturbios del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, se perdieron las ediciones en venta y el manuscrito.
“Es uno de los más importantes de la literatura”, dijo casi llorando cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, rebautizado bajo el nombre de Princesa de Asturias.
Para él, la Colombia rural y la Región Caribe fueron un deleite ya que iba a pasar sus vacaciones al corregimiento de Coello, a pocos minutos de Ibagué. Aquel lugar fue una fuente de inspiración para sus historias. Manifestó, en múltiples ocasiones, que bañarse en el río Coello, al lado de cultivos de café y plátano, era el paraíso.”2.



La filantropía como auto reconocimiento. La muerte del más grande artista plástico colombiano y figura mundial, Fernando Botero, nos deja una lección:
Si se desea ser homenajeado en Colombia, haga su propia sala de exposición, o done su obra a un museo, pues de otra manera ninguna autoridad municipal, departamental o nacional la comprará para exhibirla. Toda la obra que se puede ver en Colombia del maestro Botero fue obsequiada por él y ahora, después de su muerte, sus esculturas, pinturas y libros alrededor del Boterismo, se pueden admirar inclusive, gratuitamente, cosa que no sucede con la obra de Rayo, Obregón, Grau, Pedro Nel Gómez, Ana Mercedes, Betancourt, Feliza, Morales, Villegas, etc., cuyas obras están en manos de coleccionistas y no hay un solo museo, excepto el de Roldanillo, que sea permanente y con exclusividad.





- Dos destinos turísticos con diferente enfoque. Jairo Sánchez. Arrierías 66
El Universal de Cartagena.