Notas de Redacción Arrierías 68
Fotos cortesía de Excivel Ortiz.
Durante estas vacaciones de diciembre y año nuevo y no habiendo más que ver en la televisión colombiana, Caracol ha emitido al aire un programa llamado “La vuelta al mundo en 80 risas”, en el cual, la cultura y comportamiento de unos llamados comediantes y sus acompañantes femeninas, pasan de lo ridículo y grotesco a la ordinariez pues se mofan de la cultura de los países que visitan y actúan como si no tuvieran el mínimo bagaje cultural para comportarse en otro país.
Traigo a colación dos, de múltiples ejemplos. Don Jediondo, dueño aquí, de una cadena de restaurantes, haciendo el oso en un restaurante hindú, colocándose la servilleta en la cabeza y pretendiendo que ese acto cause risa a quienes lo rodean. Y Loquillo, buen comediante, para nuestro medio, rapeando la interpretación de un gaitero escocés y creyendo que los ingleses están felices viendo un turista hacer monerías en otro idioma cuando la verdad es que ni siquiera les importa.
Cada uno de esos comediantes busca la forma de elaborar una rutina, pero alejada de los aspectos culturales o de enseñanza. Se desperdicia una buena oportunidad de intercambiar cultura sin caer en burlas y desfachateces con unas personas que ni siquiera hablan otro idioma para interactuar.
ANARQUÍA
“Caicedonia es una anarquía”, frase contundente que expresó un parroquiano, atento pero callado observador de la cotidianidad en nuestro pueblo.
“Aquí la gente hace lo que le da la gana –continúa, bajando su vista y haciendo un gesto negativo con la cabeza-. Las motos pasan a velocidades inauditas haciendo cabriolas para lograr eludir o atropellar personas; en plena carrera 16 (la más congestionada del pueblo junto a la 15 y la caótica 14 los he visto haciendo maromas en una sola llanta en pleno centro del pueblo, actividad que frecuentemente hacen los jóvenes en bicicletas. Los dueños de automóviles se cuadran en cualquier sector impidiendo el tránsito normal. Un caos total. Da miedo salir a la calle” –remata con tristeza y se aleja.
En esencia, la anarquía es toda acción humana que no se acoge o viola las normas creadas por la misma sociedad; es ausencia de autoridad, de control y, por tanto, el individuo o ser humano toma la determinación de crear sus propias leyes o violar las establecidas normativamente por la misma sociedad.
El adulto mayor que utilizó esta expresión, tiene toda la razón, pero no es sólo Caicedonia, es Colombia y el planeta mismo donde la anarquía toma un rumbo casi que incontrolable, anarquía que lleva, fácilmente, al terrorismo, a la violación de la convivencia; de toda forma elemental de vivir en comunidad. Por eso no hay paz. La anarquía nace de la pobreza, la explotación alimento vital de los anarquistas.
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“En dos semanas abriremos paso por el puente de Barragán para vehículos pequeños”, promesa de Invías ante la presencia de gobernadores del Valle y Quindío y alcaldes afectados. Han transcurrido más de dos meses y el problema ahí mientras que los alcaldes absortos, alelados, patidifusos, miran hacia el cielo esperando milagros.
La vía alterna por el Alambrado, llena de huecos y en proceso de destrucción por el alto volumen de vehículos de carga pesada transitando. Las vías de acceso a Sevilla, en estado calamitoso. Ante la desesperante situación, habitantes de Caicedonia y Sevilla plantean taponamientos, paro y otras actitudes de choque ante su desesperanza y la inanidad de gobernadores y alcaldes.
Y como dice el dicho, “tras de hinchado con paperas”, la carretera de Caicedonia a Sevilla, muchas veces reparada y cientos de veces deteriorada, ahora comienza a mostrar los efectos invernales sumados a los del tránsito continuo y pesado.
- Gracias a nuestro amigo Excivel Ortíz, ilustramos este peligro que amenaza con aislar y aislarnos de Sevilla.