Muchos estudios arqueológicosclasifican la hoya del Quindío como zona geográfica del Cauca Medio. Sin embargo, otras investigaciones contemporáneas de carácter geográfico han definido esta región como área de influencia del límite norte del valle alto del río Cauca (de ahora en adelante VARC), cuyoeje imaginario septentrional, forma un transectoparalelo a la línea del Ecuador, que pasa por las actuales poblacionesrisaraldenses de La Virginia y Santa Rosa de Cabal.(1).
El VARC es una región geográfica que ha sido muy abundante en recursos alimentarios como concluyó Rodríguez Cuenca, luego de décadas de estudio de los restos arqueológicos de flora y fauna hallados en diversas tumbas prehispánicas presentes en su suelo (2).
Según Zuluaga, la cuenca hidrográfica del VARC “comprende rios tributarios que bajan del flanco occidental de la Cordillera Central como son: El Palo, Desbaratado, Amaime, Sonso, Guadalajara, Tuluá, Bugalagrande, La Paila y La Vieja; y, tributarios del flanco oriental de la Cordillera Occidental: Suárez, Jamundí, Cali y Riofrío” (3).
Los límites del VARC se encuentran por el sur con el municipio de Suárez (Cauca), por el norte con el Municipio de La Virginia (Risaralda), confinado por la cordillera Occidental al oeste, y la Central al este. (4).
Desde la perspectiva geográfica en estos estudios de la autoridad ambiental (5), se puede asumir que la cuenca del río La Vieja, al meridión y centro del Quindío, hace parte de la zona de influencia andina oriental más septentrional del valle alto del río Cauca, que en adelante denominaré con la sigla ZIAOVARC.
En la zona septentrional de la ZIAOVARC, donde se ubicaba Cartago “la Antigua” –como ha sido denominada por el historiador Víctor Zuluaga- la antropóloga Leonor Herrera planteó la hipótesis de un posible límite cultural prehispánico justo antes de la conquista española en la región del río Barragán, cuenca alta del río La Vieja y que en la actualidad divide políticamente a los departamentos del Valle del Cauca y Quindío. (6).
Y es que las relaciones ancestrales entre el Valle y el Quindío van mucho más allá de lomoderno. La mayoría de estudios etnohistóricos, etnológicos y arqueológicos parecen indicar una fuerte relación entre estas regiones, planteando de forma simultánea la existencia de tradiciones culturales prehispánicas muy emparentadas desde la perspectiva genealógica, durante extensos períodos cronológicos de la historia. No obstante, a pesar de dicha conexión, al parecer el Quindío fue también zona de frontera cultural en algunos cambios sociales. Esto con probabilidad sucedió como consecuencia de la presencia de recursos vitales para los asentamientos humanos que eran atraídos por el oro y la sal hacia la hoya quindiana.
La dinámica en el período tardío prehispánico evidenciala irrupción de los pijaos por laZIAOVARC, tal como lo relacionó Juan de Borja –ver líneas más adelante-, lo cual incidió en esas dinámicas culturales a la altura de las cuencas de los ríos Amaime, Tuluá, Bugalagrande, y La Vieja, y como me permito demostrar -en mi estudio (aún inédito) “Fronteras, límites y periferias del Imperio Hispánico”-, influyeron en la configuración espacial de las ciudades fundadas en el siglo XVI en la banda oriental del valle alto del río Cauca (Cartago y Buga) y en la ubicación de los pueblos de indios como San Juan Bautista de Guacarí, y de San Bartolomé de Tuluá.
Mediante este ensayo, pretendo mostrar esa compleja dinámica de frontera en la cual la hoya del Quindío tuvo un papel preponderante para el asentamiento prehispánico debido a la presencia de abundantes fuentes de recursos.Este estudio trasciende y cuestiona la tradición histórica que sigue viendo una región con fijismo cultural ancestral, sin dinámica de fronteras e inmovilidad social, en contraste con un territorio cambiante que tuvo una serie de asentamientos humanos diacrónicos donde es posible dilucidar además cuestiones poco analizadas como fue el hecho de que los quimbayas (del siglo XVI)no eran autóctonos de la zona, sino que habían invadido desde el norte, justo antes del contacto español.
Para iniciar la deconstrucción ideológica de esa visión que mantiene a las culturas prehispánicas con límites rígidos, inmóviles y con escaso sincretismo cultural, presento evidencias contrargumentativas en cuatro frentes: etnohistóricas, etnológicas, arqueológicas y de la antropología forense.
Para iniciar, desde el punto de vista arqueológico, una nueva visión de la historia cultural prehispánicadel Quindío se comenzó a gestar desde 1975. Ese año, la antropóloga norteamericana Karen Olsen Bruhns visitó la región sur del Quindío, estuvo en Caicedonia donde realizó un estudio en el cual hizo un importante hallazgo sustentado enla ubicación de restos materiales que evidencianel intercambio prehispánico de sal, mineral muy usado por las culturas ancestrales, siendo la sal quizá, una de las causas de la expansión de los pijaos hacia el occidente.(7). Lainvestigadoraobservó una diferenciación cultural entre los contextos del paisaje arqueológico del norte del río Barragán en contraste con los del sur. Según lo anterior, Bruhns percibió que al sur del río Barragán abundaban los “tambos” o “patios de indios”, que estaban representados por superficies que los indios aplanaron o “cortaron” en algunos espacios en los filos de las lomas para establecer sus viviendas.Esto contrastaba con el norte del Quindío donde este tipo de “cortaderos” no se visualizabantanto como al sur del río Barragán, concretamente Caicedonia, y desde lo que hoy es el Municipio de Pijao, algunos de los vestigios arqueológicos relacionados con los tambos -según Herrera- estarían más relacionados con prácticas culturales ancestrales provenientes del valle alto del río Cauca (de la región que hoy comprende Buga, Tuluá y Bugalagrande). El valle medio del mismo río (Hoy regionesde Risaralda,Caldas y sur de Antioquia)que inicia después de la Virginia o Santa Rosa de Cabal, comprende la zona montañosa con valles estrechos y paisajes abruptos los cuales atraviesa el Cauca. En el valle medio se han localizado objetos arqueológicos clasificados por Bruhns como los complejos cerámicos Caldas y Cauca Medio relacionados con el período quimbaya Tardío (siglos IX al XVI d. C.). Esos vestigios materiales se han localizado hasta la hoya del Quindío, influencia cuyo límite aún está por discutirse, pero que podría ser el río Barragán. Esto significaría la existencia de una frontera cultural prehispánica, entre lo que es el actualmente el límite entre el Valle del Cauca y Quindío.
Como se mencionó, Bruhns documentó el comercio de sal prehispánico en la hacienda Los Quingos en el municipio de Caicedonia. (8).Otros estudios etnohistóricos sobre la producción de sal prehispánica, se han efectuado en otras regiones aledañas (V. gr. Consota –Risaralda-). Sin embargo, aún no logran esclarecer la relación entre los hechosetnohistóricos y el poblamiento prehispánico tardío, por lo que resulta difícil definir las fronteras de las culturas existentes durante el contacto español. La situación se dificulta debido a la gran movilidad mostrada por estas comunidades indígenas, como respuesta a la invasión. Inclusive todavía hace falta un estudio sistemático de carácter arqueológico que permita relacionar las evidencias materiales con las posibles fronteras culturales de que habla la etnohistoria, estas últimas se han documentado también en estudios de carácteretnolingüistico.
Continuando con los estudios históricos, desde las crónicas es posible deducir el intercambio entre los indios dela hoya del Quindío y el mítico valle dorado de Arbi al otro lado de la cordillera Central, buscado de forma obsesiva por Robledo, que se creía tan rico como el hallado en el incario del Perú.
Cuenta la relación del escribano Juan Baptista Sardela, que, en 1540, Robledose aprestaba a realizar una expedición al valle de Arbi, así comoverificar una zona al sur de Cartago que posibilitaría fundar una nueva villa,buscando evitar presiones de los castellanos-que no lograron encomienda en la primera fundación de Cartago- sobre los mantenimientos de los indiosevitando así el seguro levantamiento de estos. Robledo sealistabapara ir al encuentro con el capitán Álvaro de Mendoza a explorar la entrada al valle de Arbi, que según los indígenas quimbayas, se encontraba de la “otra vanda de las sierras nevadas”. (9). La historia cuenta que Robledo no pudo realizar tal cometido porque le llegó una carta del adelantado Pascual de Andagoya que solicitaba su presencia, y quien se presentó como nuevo Gobernador de esta región que creía estaba bajo su jurisdicción del río San Juan. Según Andagoya el valle de Arbi era “un valle q(est)á al pie de la Sierra Nevada, camino de Bogotá, desta provinçia tengo la mayor noticia q(ue) de todo porq(ue) los señores andan en andas de oro y se sirven y beben en grandes basos de oro”.(10). De acuerdo con Friede, “Arbi” (11) allende la cordillera Central, se trataba de la “meseta chibcha donde habitaban los muiscas”.(12). En otras palabras, representaba la misma historia de un rico país indígena que llamó la atención de Belalcázar respecto del relato del indio Dorado que escuchó en Latacunga (en territorio del actual Ecuador): la leyenda del Dorado. Friede mencionó, además, que Álvaro de Mendoza conocía que los indios del Quindío se comunicaban con los indios de la provincia de “Arbi”.
La evidencia etnohistórica de dicho intercambio la propuesoMonique Lepage quien realizó una investigación sobre el comercio prehispánico de mantas entre la región de lo que hoy es Quindío y la zona Muisca. (13). La investigación sugiere un gran intercambio entre las comunidades prehispánicas del Quindío con la zona muisca o provincia de Arbi. El intercambio según Lepage, involucraba además sal y oro. En otras palabras, hubo una gran dinámica económica entre estas dos regiones.
Pasando a la etnología, Paul Rivet realizó el estudio comparativo de las diferentes lenguas presentes en el Quindío y zonas aledañas, encontrando que existe también una diferenciación de carácter lingüístico. (14). Lo que sugiere una posibledistinción cultural y como consecuencia laexistencia de fronteras culturales.
Otra evidencia etnohistórica que fundamentaría lo observado por Rivet, se puede leer en las publicaciones de Ortega, quien fue jefe del archivo Nacional. Según los autos compilados y publicados por Ortega en “Los inconquistables: la guerra de los pijaos”, quindío fue la parcialidad indígena, más septentrional de los pijaossobre el costado occidental de la cordillera Central, en frontera con el señorío de pindaná. Vestigios arqueológicos en el Quindío sugieren también su relación con el periodo cronológico quimbaya Tardío. Sin embargo, no explica la presencia de evidencias arqueológicas muy locales presentes en el Quindío, que han sido clasificadas de forma global como Cauca Medio que evidencian con claridad alguna especialización estilística (presencia de Gazofilacios y vasijas con triple asa opuesta con aplicados en la superficie del cuerpo) que presentan alguna diferenciación con relación a las culturas del valle altoy mediomeridionales. Ahora bien, se conoce que los quimbayas provenían del norte, y que llegaron hasta la hoya delQuindío y no se sabe si fue antes o posterior a la invasión de los pijaos.
Según una relación de 1608 del Presidente de la Real Audiencia de Santafé, Juan de Borja, los pijaos eran de la misma familia de los panches (15), y aquellos habían tenido diferencias con estos, impulsándolos a buscar nuevas tierras. De esa manera los pijaos se expandieron hacia el sur del hoy conocido rio Coello, hacia ambos flancos de la cordillera Central, llegando de esa forma hasta el río Quindío su límite occidental en una época anterior a la Conquista castellana.
Según Rivet, -basado en la información contenida en las Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme, de Fray Pedro Simón- los quimbayas tenían una lengua distinta de los pijaos. Sin embargo, ambas culturas parecen proceder de un mismo origen Karib. (16).
Esta enorme dinámica, puede abrir la posibilidad de plantear de manera hipotética la ocurrencia de un fenómeno de frontera entre estos grupos conocido como etnogénesis. (17). La etnogénesis es un fenómeno fronterizo cultural emergente y consiste en que los grupos de frontera al recibir influencias de grupos humanos a ambos lados de la frontera, comienzan un proceso de diferenciación que los hace étnicamente distintos.Se podría plantear a manera de hipótesis la ocurrencia de éste fenómeno de frontera cultural entre pijaos y quimbayas, una especie de cultura de frontera de donde emergieron con probabilidad los quindíos tiempo antes de la Conquista castellana. Si esta hipótesis es cierta, habría que buscar elementos culturales diferenciadores en el Quindío. La arqueología tendría la respuesta. Evidencias que apuntan en este sentido hay varias, tanto etnohistóricas como arqueológicas. Hay que señalar que un factor impulsor de la etnogénesis es la exogamia, en consecuencia,se facilitó ya que los pijaos eran al parecer exogámicos. O sea, buscaban mujeres fueran de sus parcialidades para constituir sus familias con residencia que se presume patrilineal. (18).
Rivet llegó a la conclusión en cuanto a la lengua, que los quindíos eran diferentes a los quimbayas, pero también algo distintos de los pijaos, entonces ¿quiénes eran los quindíos? A manera de hipótesis plantearía que se trata de una comunidad de frontera, una parcialidad diferenciada étnicamente, resultante de la etnogénesis entre quimbayas y pijaos. El concepto de etnogénesis es ampliamente abordado por Guillaume Boccara en su obra americanista. Las dinámicas de intercambio entre estos grupos muestran una zona muy activa de encuentro (o desencuentro) que, durante el siglo XVI, sucedió entre lo que hoy es la zona aproximada donde se erigió la encomienda más meridional de Cartago, perteneciente a Pedro Sánchez del Castillo, quien tenía a cargo parte de los quindíos, incluyendo un fuerte construido en la década de 1580 contra los pijaos que delimitó una zona de frontera militarque iba por el paso del Quindío (erigido en 1553) y llegaba hasta la zona que conocida como el río de Bulira (hoy río Barragán).
Que los quimbayas del siglo XVI, hayan sido mitificados más allá del tiempo en que fueron conquistados por los españoles, y que su nombre haya sido utilizado para definir todo contexto arqueológico con amplia dispersión en el occidente colombiano y en la profundidad cronológica, ha traído confusiones. Lo anterior al parecer se sustenta en un fin teleológico de la historia en la cual toda cultura debería desarrollarse de acuerdo con un determinado modelo predominante o economicista, privilegiando este aspecto sobre las demás dimensiones del ser humano. Una evolución lineal por el cual debería transcurrirloscambios sociales, en dirección de un cada vez más complejo aprovechamiento económico y tecnológico. Eso al parecer no fue lo que ocurrió en gran parte del territorio ancestral colombiano, en el cual se aprovecharon los recursos disponibles en medio de una gama de ecosistemas diversos, climas, y suelos, generando comunidades dispersas más integradas a visiones mítico religiosas relacionadas con el medio natural,propias de los grupos humanos de la hoya del Quindío, y del valle alto del río Cauca.
La etnohistoria habla que los quimbayas del siglo XVI habían llegado del norte y pelearon por el territorio con las comunidades que estaban aposentadas en el Quindío a quienes desplazaron. Lo que demuestra una gran dinámica de movilidad y desplazamientos de estas comunidades. Los pijaos llegaron del otro lado de la cordillera Andina (Hoy cordillera Central). Al respecto las fuentes hablan. Duque Gómez, interpretando las crónicas de Pedro Cieza de León- argumentó que los quimbayas “habían llegado a la zona que ocupaban en el siglo XVI, procedentes del norte de la región situada al suroeste de los carrapas, de la cual habían sido expulsados por las fuerzas del cacique Irrúa. (19).
El sustento argumentativo de Gómez, se basó en un pasaje de la Crónica del Perú en la cual Cieza escribió:
También antiguamente no eran naturales estos indios de Quimbaya; pero muchos tiempos ha que se entraron en la provincia, matando a todos los naturales, que no debían ser pocos, según lo dan a entender las muchas labranzas, pues todos aquellos bravos cañaverales paresçe haber sido poblado y labrado, y lo mesmo las partes donde hay monte, que hay árboles tan gruesos como dos bueyes, más; donde se ve que solía ser poblado. (20).
El arribo de los pijaos por el oriente a la zona del Quindío, debió generar una nueva frontera cultural. Coincide un aspecto en la expansión de los pijaos: en la zona de dilataciónhabía la presencia de sal. Todo el flanco occidental de la cordillera Central desde Cartago La Antigua, hasta Bugalagrande, presentan vestigios de sal. En Caicedonia por ejemplo se encuentra el Salado. En Risaralda se encuentra la zona de Consotá. Este recurso fue vital para los indígenas. La frontera cultural se puede deducir de dos mapas. Uno de 1585, donde se muestran los mojones del señorío de Pindaná lindando con la encomienda de los quindíos repartidaa Pedro Sánchez del Castillo. Más al sur, era dominio de los pijaos, según un acta de Cartago publicada por Friede.
En 1608 se construyó otro mapa, esta vez por orden del presidente de la Real Audiencia de Santafé (21). En el mapa se visualizan las parcialidades pijaos más occidentales, que ya habían invadido la región quindiana formando frontera cultural con los quimbayas que invadieron por el norte: buliras, canchumas, totorambos, uralamies, y bintimaes, sobre la cuenca superior del rio La Vieja.
Por último, José Vicente Rodríguez Cuenca realizó un estudio de craneometría humana comparativa entre miembros del cacicazgo de Guabas y de las comunidades prehispánicas de quimbaya Tardío I presentes en el Quindío. En el estudio concluyó que los miembros del cacicazgo de Guabas (región del rio Guabas- Guacarí)estarían emparentados con las comunidades del Tardío I(siglos XI- XIII d. C.)del Quindío. Al parecer hubo separación cultural posterior del siglo XIII, lo cual originó el período quimbaya Tardío II. Aquí viene otro interrogante ¿Qué papel han tenido los eventos climáticos y vulcanológicos en los cambios culturales presentados en el Quindío? Este interrogante será planteado en un nuevo número de Arrierías.
Conclusiones.
Evidencias de tipo arqueológico, etnohistórico y etnológico, demuestran que, si bien hay afinidades entre las comunidades prehispánicas aposentadas sobre el Quindío con aquellas del valle alto del río Cauca, también se encuentran diferencias culturales que permiten dilucidar la formación de fronteras culturales.
Un fenómeno de frontera denominado etnogénesis pudo emerger entre el río Barragán y Cartago antes del contacto con los españoles, de donde pudieron surgir los quindíos. La etnología refuerza esta hipótesis.
Los quimbayas del siglo XVI llegaron a la región del Quindío expulsados del norte por el cacique Irrúa, formando fronteras con otras culturas ancestrales del Quindío.Se desconoce la fecha en que llegaron.
De acuerdo con la relación de Borja, los pijaos se expandieron hacia el occidente. La sal debió cumplir un papel fundamental en dicha expansión.
La región del Quindío presentó una gran dinámica social. Los cambios ambientales debido al clima o al vulcanismo pudieron ser la causa. Este tema será tratado en otra ocasión.
Todo este material está protegido por derechos de autor. Se concede permiso su publicación exclusiva para la revista digital Arrierías. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin consentimiento del autor. Rafa Davidzen.
Notas
(1) Asocars y Universidad del Valle, Geomorfología y morfodinámica del río Cauca en su Valle Alto. Convenio “Zonificación de amenazas por inundaciones del río cauca en su valle alto y planteamiento de opciones de protección”, CVC-Asocars-Universidad del Valle, Santiago de Cali, 2014, Capítulo 1, 1.8
(2)José Vicente Rodríguez Cuenca, Pueblos, rituales y condiciones de vida prehispánicas en el Valle del Cauca, (Bogotá, UNAL, Ed. Guadalupe, 2005).
(3) Francisco U. Zuluaga, Eduardo Mejía, Rosángela Valencia y Alexander Arias, Valle del Cauca – procesos históricos, (Cali: Grupo Empresarial Manuelita, 2012),13.
(4) Francisco U. Zuluaga, Eduardo Mejía, Rosángela Valencia y Alexander Arias, Valle del Cauca- procesos históricos, 13. Véase, además: Asocars y Universidad del Valle, Geomorfología y morfodinámica del río Cauca en su Valle Alto, 1.8.
(5)Asocars y Universidad del Valle, Geomorfología y morfodinámica del río Cauca en su Valle Alto. Convenio “Zonificación de amenazas por inundaciones del río cauca en su valle alto y planteamiento de opciones de protección”, CVC-Asocars-Universidad del Valle, Santiago de Cali, 2014, Capítulo 1, 1.8
(6) Leonor Herrera. Cuenca Montañosa del río Cauca. En: Á. Botiva, G. Cadavid, L. Herrera, A. M. Groot, S. Mora. Colombia Prehispánica. Regiones Arqueológicas. (Bogotá, Colcultura- ICANH- Imprenta Universidad Nacional, 1989), 166.
(7) : Karen Olsen Bruhns, La salina de los Quingos: Nueva información sobre el intercambio prehispánico de sal. En Cespedesia. Vol. V. Nos. 17-18. (Cali. INCIVA. 1975),89-100. Un documento en el archivo central del Cauca, también muestra que había una salina en la zona entre los ríos de La Paila y Bugalagrande en el sitio del Valle de San Miguel. Véase: CO CIHJMAL ACC-Colonia-C_I-mn-03858, f1-5.
(8) Ibid. Karen Olson Bruhns, La salina de los Quingos…ob. cit.
(9) Juan Baptista Sardela. Relacion de lo que le subcedio al magnifico señor capitán Jorge Robledo. 1539. (Transcripción de Luis Hermes Tovar Pinzón). En: Luis Hermes Tovar Pinzón (comp.). Relaciones y visitas a los Andes. Ob. cit., 276.
(10) Carta del Adelantado Pascual Andagoya dirigida al Emperador Carlos V sobre su partida de Panamá y prosecución de su viaje y reconocimiento hasta Cali. Fechada el 15 de septiembre de 1540. (Transcrita por Luis Hermes Tovar Pinzón). En: Luis Hermes Tovar Pinzón. Relaciones y visitas de los Andes, s. XVI, Ob. cit., f.2v, 203.
(11) En las crónicas de Andagoya también lo escribió como “Arvi”.
(12) Juan Friede. Los quimbayas bajo la dominación española. Ob. cit., 48.
(13) Monique Lepage, Las Fronteras de Guerra en la Conquista y Colonización de Colombia. En: Chantal Caillavet y Ximena Pachón (dir.). Frontera y poblamiento: estudios de historia y antropología de Colombia y Ecuador. Nueva edición [en línea].(Lima: Institut français d’études andines, 1996): 115-129.(generado el 20 enero 2015). DOI: http://books.openedition.org/ifea/2487
(14) Paul Rivet. La influencia Karib en Colombia. (Bogotá, Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 1949), 59
(15) Lucena Salmoral, Manuel. Presidentes de Capa y Espada (1605-1628). En Historia Extensa de Colombia, vol. III, tomo 2, dir. coord.. Luis Martínez Delgado. Bogotá: Ediciones Lerner, 1965.
(16) Paul Rivet. La influencia Karib en Colomba. Ob. cit., 76.
(17)Guillaume Boccara, “Colonización, resistencia y etnogénesis en las fronteras americanas”. En Colonización, resistencia y mestizaje en las américas (siglos XVI- XIX), Edr. Guillaume Boccara. (Quito: Instituto Francés de Estudios Andinos IFEA, Ediciones Abya-Yala, 2002), 52.
(18) Para la zona del Cauca medio, es escasa la información de las crónicas sobre las relaciones de parentesco y descendencia. Es una información muy fragmentada. Juan Friede se refirió al asunto de forma tangencial. El linaje en los Quimbayas pudo establecer una residencia patrilineal. Véase: Juan Friede, Los Quimbaya bajo la dominación española. (Bogotá. Carlos Valencia Editores. 1978),203. Por su parte A. Triana, se refiere que probablemente la residencia en los pijaos también era patrilocal, deduciendo de esa manera su carácter segmentario. Véase: Adolfo Triana Antorveza, La colonización española del Tolima. siglos XVI y XVII. (Bogotá. FUNCOL. Ed. Dimensión Educativa. 1992), 47.
(19) Luis Duque Gómez. Los Quimbayas, reseña etno-histórica y arqueológica. (Bogotá, ICA- Imprenta Nacional, 1970),32
(20) Pedro Cieza de León. La Crónica del Perú. Cap. XXIV. Ob. cit.,79
(21) AGI: Mapa Panamá 26