Arrierías 69.
En la edición 63 se publicó un artículo sobre actividades culturales en Caicedonia y en ella se ensalzaba la colocación de unas réplicas de la cultura Quimbaya en el parque Gutiérrez y Arango, más conocido como Parque de las Palmas.
Entresacando párrafos de ese artículo, (Muestra Arqueológica permanente en el Parque de las Palmas en Caicedonia):
Es muy grato para propios y extraños asistir a un acto de presentación y descubrimiento de réplicas de figuras arqueológicas de la cultura Quimbaya, en un parque que estaba reclamando atención y proyección.
Con este marco central, el parque necesitaba de elementos adicionales que condicionarán a la Administración, ciudadanía y turistas, a visitarlo, cuidarlo y difundir su papel como muestra expuesta de una arqueología regional que se puede visualizar, estudiar y complementar con piezas originales en el Museo Arqueológico de la Casa de la Cultura, que, a decir verdad, ahora si va a requerir de un espacio adecuado y de personas que expliquen y atiendan a los turistas.
A partir de ahora, el parque puede dejar de ser el dormidero de los borrachos y amanecidos de las cantinas de la galería, de los que instalan aparatos mecánicos para diversión y que dañan el suelo, de los consumidores y vendedores de droga que pululan en ese sitio y de vendedores de cachivaches que se han apoderado de ese espacio, para convertirse en un lugar de referencia turística, para fotografías, un lugar de motivación arqueológica, para disfrutar de la vista de las palmeras y su grandiosidad y para iniciar la visita a un municipio sorprendente. 16 de agosto de 2022.
Ahora, 5 meses después, se ve que las intenciones de enrutar turistas hacia el Museo Arqueológico de la Casa de la Cultura, embellecer el parque, convertirlo en un entorno sin habitantes de calle y drogadictos, además de cachivacheros, no se cumplieron. Ahora las réplicas presentan un estado de deterioro acelerado, son colgaderos de ropa y las bases se usan como lugares para dormir; el tránsito por ese lugar es azaroso porque se presiente el peligro, además, para completar la improvisación, el parque solo fue retocado en los exteriores con pintura, pero al interior no se intervino.
El Parque de las Palmas, por su ubicación es la puerta de entrada y primera impresión que el turista percibe. Así, que debe conservarse, presentarse y adecuarse para ese fin.
En Caicedonia “funciona “una entidad dedicada a atraer y proyectar el turismo. Manejan recursos, usen una parte para dinamizar el parque. A 20 metros está ubicado el terminal, ubiquen una caseta de información turística cuyo punto de inicio de una ruta sea el parque de las palmas.
Empresas Públicas, termine su labor de embellecimiento de los sardinales y programe brigadas de recuperación del parque.
Administración Municipal, recupere las réplicas antes que el deteriore las acabe, pues se gastó una plática en ese proyecto.
Secretaría de Salud, ubique los indigentes, drogadictos y vendedores ambulantes para darle un aspecto limpio y una sensación de seguridad al parque.
Que una entidad les proponga a los camioneros que permanecen parqueados alrededor, que colaboren mediante la asignación de un proyecto de recuperación del parque y que reciban a cambio un beneficio como unas zonas de descanso, de esparcimiento, capacitación y otras que se ideen.
Asignarle una réplica a cada uno de los lugares del contorno para que los mantengan limpios, cuidados e informen si están siendo vandalizados.
No se debe permitir que un emprendimiento con tan buenas intenciones solo quede en pantallazos ocasionales de propaganda de unos servidores públicos.
Para rematar, el vendaval de la segunda semana de febrero derribó una palma Zancona, que le cayó sobre la pétrea humanidad del Cacique Chanamá, esperaremos a ver como lo restauran, ojalá más carnudito.
INSEGURIDAD
Caicedonia ha sido una comunidad tranquila donde la risa, la solidaridad, el compañerismo y el sentido de pertenencia —a pesar de la politiquería—, es el quehacer común de su gente, pero sus habitantes están experimentando, en el momento, instantes de inseguridad y temor frente a hechos violentos y delictivos de personas que llegan a nuestro medio aprovechando la ingenuidad y la forma de ser del Caicedonita. Hechos como robos en viviendas, atracos, asaltos en predios rurales, robos mediante el raponeo, utilización de escopolamina y demás acciones que utiliza el hampa, la delincuencia, para lograr su cometido se han convertido en acciones constantes ¿Qué hacer?
Algunos, extremistas y personas en momento de desespero plantean la necesidad de utilizar la fatídica sentencia bíblica de ojo por ojo, diente por diente pasando por encima de la ley y el Estado de derecho; otros prefieren no salir o “dar papaya” en expresión muy coloquial. Lo cierto es que las autoridades se sienten desbordadas ante los frecuentes hechos delincuenciales. Aconsejamos, como medida inmediata, no dejar acercar a personas extrañas o abrirles la puerta de las casas; ultimar medidas de seguridad y, especialmente, ser SOLIDARIOS ante hechos visibles de ataque a las personas; dar, inmediatamente, aviso a las autoridades y organizar la comunidad por sectores. Entre todos podemos ayudarnos para ahuyentar la actividad delincuencial.
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El líder cívico Caicedonita, residente en el sector de Barragán, Jairo Arizmendi anuncia la determinación inconsciente de las cooperativas que transportan como servicio público a personas entre el municipio y Armenia, de suspender el servicio. Al caído, acabarlo. Determinación que, además de ser un abuso, rompe un principio básico entre los ciudadanos, la SOLIDARIDAD. Esperamos que esta determinación sea considerada en favor de los usuarios. En Arrierías estaremos atentos.
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Día tras día el carreteable que obligatoriamente obliga a tomar la vía hacia Armenia por el sector de Verdún, se deteriora a pasas agigantados. Este sector es jurisdicción de Sevilla y, por supuesto, afecta también a Caicedonia. ¿No pueden acordar los dos alcaldes echar una manito para resanar o reparar los inmensos huecos que hay como consecuencia del paso de camiones de carga pesada? Por favor, no jueguen con la paciencia de la gente. Ya están hablando de paros viales ante el problema de solución (que no se ha dado hasta el momento) por el río Barragán. Recuerden, alcaldes, que ustedes representan partidos políticos, pero representan a sus comunidades. Dejen la indolencia, la incapacidad manifiesta. La tranquilidad de las personas cuando se ven afectados sus bolsillos, el trabajo, la educación y conducen a la pobreza, tiene sus límites.