Paisaje Cultural Cafetero.
Para: Arrierías 53
Indiscutiblemente, el Eje Cafetero, incluyendo el norte del Valle del Cauca, es lugar de visita obligada de turistas nacionales y extranjeros que ven en el Quindío y zonas aledañas, uno de los lugares más bellos del planeta. No sólo es el café, es ese verde variopinto que obliga a detener el paso vehicular, peatonal o ciclístico para observar las montañas, los ríos y toda esa riqueza vegetal que la región tiene, además de la forma de ser de sus habitantes: cálidos, respetuosos, amigables y afectuosos. Sin duda alguna, es el paraíso, una región “creada por una sonrisa de dios en Colombia”.
Si usted, amigo lector viaja desde Salento para llegar a la Tebaida, en el Quindío, recorre un sitio maravilloso con microclimas que maravillan al visitante; lo mismo ocurre si va desde el entorno caluroso de Caicedonia al aire fresco de la hermosa Sevilla, a pocos kilómetros el primero del segundo.
Todo lo anterior explica el por qué, desde hace pocos lustros, toda esta región del Paisaje Cultural Cafetero es sitio de predilección de turistas nacionales y extranjeros. Hay gran oferta gastronómica y de hospedaje en hoteles campestres y en fincas adecuadas para recibir la avalancha de personas que nos visitan, especialmente en períodos de alta temporada.
Lo cierto es que visitar todos estos municipios un fin de semana nos da a entender que la calidad de la atención, especialmente gastronómica, obliga a visitantes y raizales a salir, paisajear, mecatear y divertirse sanamente.
Por supuesto que hay deficiencias. En las visitas que Arrierías hace a distintos puntos del PCC, es lamentable que no haya un fin de semana personal que oriente a los visitantes. Esta falencia se hace muy notable en Caicedonia, Sevilla y algunos municipios del Quindío. ¿Qué pasa con las administraciones municipales? ¿No les interesa la dinamización de la economía local?
A lo anterior se suma el mal estado de algunas vías regionales. La vía entre Caicedonia y Sevilla, en el paraje llamado La Chillona, hace décadas tiene un tramo en penoso estado. Lo mismo ocurre en la entrada del Valle a Sevilla por el sector del Violín. Un kilómetro antes de entrar a la capital Cafetera de Colombia, vía peligrosa, sin pavimentar, también desde hace mucho tiempo.
Tres años duró el gobierno departamental del Quindío para organizar un relleno en la vía entre Río Verde y Barragán por efectos destructivos del afluente que por allí pasa, situación que se repite entre Río Verde y Córdoba, el bello municipio cordillerano del Quindío. Quinientos metros antes de entrar a Pijao, la vía completamente deteriorada.
¿Hasta cuándo? Creemos que estos municipios perjudicados deben hacerse sentir.
En cuanto a la gastronomía, tenemos que resaltar la gran oferta que hay. Desde buena alimentación casera de bajo costo en las llamadas galerías o plazas de mercado de cada municipio, hasta restaurantes de mediano y costo medio-alto. En Río Verde, por ejemplo, la oferta es variada y muy buena. Recomendable el restaurante La Mona.
Lamentablemente, los fines de semana el flujo vehicular es tan alto en este sector, que se presentan atascos permanentes y la indisciplina de los dueños de autos es lamentable. La vía es de dos carriles, de ida y vuelta, más, sin embargo, parquean los autos a lado y lado sin que haya alguien que regule y establezca el control en el sitio. ¿Dónde está tránsito departamental?
La zona aledaña al club Campestre, cerca al aeropuerto, es de alta asistencia. Comida excelente y de precios fluctuantes. Quienes visitan Salento, antes de llegar y en la base del paso del rio Quindío, hay un piqueteadero exquisito, La Comilona del Mono, con muy bajo costo, usted puede deleitarse con las picadas chuzos y algo sin igual que llaman marranitas, diferentes a las de Caicedonia, pero de sabor muy, pero muy especial.
En Caicedonia hay gastronomía para todos los gustos, desde el icónico Pollo a la Carreta los fines de semana, la oferta gastronómica del sector galería, a muy bajo costo y restaurantes que en nada tienen que envidiar a otros muy reconocidos: Son y Fogón, el restaurante del hotel Chamaná, el Club de pesca y recreación, comida de mar y china, en el marco de la plaza y uno muy especial: Lagos Bella vista con una carta internacional de costo mediano, además de la recreación de quienes allí se acercan para hacer deporte de pesca en lago. Ahí tiene, pues, oferta del PCC para la región, Colombia y el mundo.