Arrierías 91
Mario Ramírez Monard
“Pueblo mío que estás en la colina, tendido como un viejo que se muere/, la pena, el abandono son tu triste compañía/, pueblo mío te dejo sin alegría”
Este es el encabezamiento de una de las canciones más bellas del cantautor de Puerto Rico José Feliciano, tema que cuando lo escucho viene a mi mente mi pueblo, Caicedonia, sus calles, mis amigos, mis padres, en fin, es un canto nostálgico que, en este momento, me sirve como prólogo en esta columna para referirme no sólo a toda la belleza que natura nos dio, sino al apagón lento que sufre el Mejor Vividero del Mundo (como nos hacemos llamar) por pésimas administraciones, la pobreza, falta de oportunidades y el imperio del desorden que hoy nos lleva a vivir en un caos.
A través de un medio periodístico digital que está al servicio informativo del Valle y el Cauca se dio a conocer el Índice de desempeño Fiscal, vigencia 2023 en nuestro departamento, datos suministrados por Planeación Nacional. Caicedonia, nuestro municipio, ocupa el lugar número 39 entre los 42 municipios que tiene el Valle, siendo los tres últimos El Águila, Calima del Darién y La Cumbre.
La subdirección del Fortalecimiento Fiscal, de Planeación Nacional a través del índice de Desempeño Fiscal evalúa el desempeño de cada municipio en el país y, en forma detallada, de cada uno de los departamentos del país. Se analiza la gestión de planeación municipal, programación de los ingresos y la ejecución de los compromisos en la vigencia y “cumplimiento con holgura de los límites a los gastos de funcionamiento determinados en la ley 617 de 2000” sic.
Lo anterior indica el fracaso o el éxito de una administración y para nuestro caso, en Caicedonia el desempeño fiscal es un verdadero fracaso. ¿Qué pasa?, ¿Desconocimiento? ¿Incapacidad administrativa? Además de la responsabilidad de un alcalde, hay una inmensa responsabilidad de quien administra, dirige o de quienes trabajan en planeación municipal.
Ahora bien, no es sólo el fracaso el desempeño fiscal de nuestro pueblo, sino que el caos que vivimos en la movilidad es extremo. Uno de nuestros grandes orgullos es el trazado urbanístico de Caicedonia: calles y carreras amplias que causan admiración entre quienes nos visitan, pero la indisciplina social vuelve esa característica, un problema ante la violación de normas básicas de tránsito. Motos y vehículos que sobrepasan, constantemente, los escasos tres puntos donde hay semáforos. Motociclistas sin casco y/o chateando con sus motos en movimiento, muchos de ellos, desplazándose a velocidades no permitidas en cualquier centro urbano. Son constantes los accidentes.
La invasión del espacio público es otra constante y lo es la pereza de muchas personas para parquear sus autos en zonas adecuadas, pero no, lo hacen en pleno marco de la plaza central y generan gran desorden mientras van al banco, se toman un café o se apean para establecer comunicación con alguien. Muchos se parquean en doble fila.
Uno de los sitios más bellos del departamento del Valle es el emblemático parque Gutiérrez y Arango, más conocido como el parque de las Palmas donde la inversión, año tras año, es inmensa para resanar las réplicas de muestra arqueológica que sirven de secadero de ropa y el césped que las circunda es sitio predilecto de descanso donde apaciblemente duermen habitantes de calle. En la parte cercana al semáforo se asientan vendedores de baratijas, ropa usada e implementos de segunda. ¿Las autoridades? Mutis por el foro, como siempre.
Nuestros problemas son múltiples y debido a espacio y tiempo en Arrierías, en próximas ediciones estaremos realizando un análisis más detallado al respecto.
POST SCRIPTUM: “Lo mejor que tiene el Valle del Cauca, es Caicedonia Quindío”. Esta frase la puse a circular recientemente por las redes como una forma indirecta de plantear el abandono que el centralismo regional hace de algunos de sus municipios, especialmente de Caicedonia y se manifiesta en que jamás aparecemos en las citas puntuales que sobre la mayoría de pequeños pueblos hace la administración departamental. Se exaltan valores y la belleza de muchos, pero nosotros no existimos. Todos los politiqueros del Valle vienen a captar votos en períodos de elecciones con la alianza perversa de politiqueros locales mientras que nuestro municipio se desmorona. Ojalá, algún día, aparezca un líder social que piense más en la gente, en el desarrollo local que en los grupúsculos locales llenos de arrogancia, sectarismo e incapacidad. Merecemos mejor suerte.