Anid Jocabed. (Editora)
Como pocas veces se ha visto en la historia de la crónica quindiana, estas nostálgicas memorias del pretérito regional, con franco y confidente estilo donde lo añorado adquiere agradablescomponentes propios del cuento o del relato, rescatanpara nuestra época numerosos personajes y lugares, múltiples eventos que en la inexplorada y desdeñada historia de Armeniay otros pueblos, fueron parte humana de su cotidianidad.
Territoriosolvidados. Eventos anecdóticos. Personas humildes en sus oficios, quienes desaparecieron sin dejar huellas notoriasporque nadie creyó importante revivirlas.Resucitarlas al lado de aquellas otras presencias calificadas como notables en el croquis histórico de la región.
De igual manera, discurren por estas entretenidas páginas otros que desempeñaron roles decisivos en la música, el comercio, la pintura y la educación, dentro de la provinciana sociedad de pueblos que poco a poco descubrían su identidad, y quienes adquieren en cada una de tales crónicas proporciones humanas conmovedoras.
Este escritor, cuentista y compositor quindiano, con crónicas donde el lector podrá encontrarse no solo con el pasado sino con personajes que aún viven, restaura sentimientos y emociones, alegrías y tristezas, acontecimientos que hacen parte de la pormenorizada historia del Quindío que pocos han relatado.
