La tan sonada reforma tributaria que se le está presentando al congreso de la república para su aprobación, y que en años anteriores revolcó socialmente al país hasta el punto de generar un descomunal paro nacional acompañado de vandalismo y desordenes, tiene muchas propuestas que inquietan, no solo a todos los colombianos que generan empleo, o tienen altos ingresos, o poseen un patrimonio representativo, sino a muchísimos analistas que han manifestado abiertamente que es inconveniente para el crecimiento económico de todos los sectores del país, de su competitividad que viene a buen ritmo, y lo más delicado, que generaría un retroceso en la inversión económica, lo que al final de las sumas y restas, traerá indefectiblemente más desempleo y más pobreza.
En términos generales lo que se logra visualizar del proyecto de reforma tributaria que presenta el gobierno Petro y sus analistas económicos, inicia en su presentación general, preocupando demasiado, porque quiere gravar el mismo ejercicio económico varias veces, como se hace con las utilidades operacionales, muy a pesar de que la reglamentación constitucional manifiesta que “la doble tributación está prohibida por la constitución nacional”. De igual manera quiere presentar este gobierno en este proyecto, el gravar doblemente el patrimonio a lo largo de los años (con una tasa del 1% anual al patrimonio, al cabo de 50 años el contribuyente solo sería propietario del 50% de su patrimonio).
Pero si a esto le sumamos el impuesto de renta, el impuesto regular de patrimonio, el impuesto por ICA, el oneroso 4 por 1.000 (por eso es que todo ingreso lo quieren bancarizar), entonces el cálculo de expertos concluyen que la tributación superaría el 80% de las utilidades y nos colocaría entonces como el país con el cobro de más impuestos en el mundo, muy por encima de Canadá, Corea, Reino Unido y Noruega.
Y los cafeteros no nos escapamos del despropósito de algunos artículos de este proyecto de reforma tributaria….El gremio cafetero, al unísono, viene expresando su preocupación con el manejo que se le viene dando a la presentación de esta reforma y de la manera como se oculta el nocivo alcance que algunas reformas propuestas tendría en el sector.
- El punto más neurálgico es el artículo 69 de la reforma y su apartado 66-1 el cual quiere eliminar la exención del 40% de los gastos de los caficultores en la declaración de renta, que corresponde a la mano de obra, que generalmente es ocasional, que un día amanece en una finca y al otro día anochece en otro predio, que es migratoria y que al final, hace que el sector tenga una mano de obra informal (le corresponde es al gobierno formalizar este sector). Eliminar esta exención es condenar a la desaparición de la caficultura nacional.
- Aunque la cifra es muy significativa, el tener ingresos por más de DIEZ MILLONES DE PESOS ($10.000.000.oo) mensuales promedio con los precios actuales del grano no es difícil de alcanzar, pero desconocer los altos costos por la producción del mismo desbalancea la ecuación, cuando hoy los agro insumos han subido más del 200%, y los alimentos y la mano de obra más del 50%. Al final de las cuentas, la utilidad no es tan considerable.
- Incluir al grano entre los alimentos procesados es otro punto que golpea el interés de convertir al café en la bebida nacional. Todos los productos del agro tienen que ser procesados: una mermelada de fruta es ya un producto procesado, tostar café es un proceso, tomar café es un proceso.
- Exigir la facturación electrónica en un país donde la conectividad solo existe en las grandes capitales y donde la mayoría de productores de café no tienen ni la capacidad ni la infraestructura para hacerlo, es un despropósito de talla mayor.
Como lo pueden ver, esta reforma tributaria esta desestimulando el consumo de café, su producción, su efectiva comercialización, y en los demás sectores económicos del país, busca efectivamente quitarle el patrimonio a los más ricos logrando quitarles también el empleo a los más pobres.
P.D: De lo que si estoy seguro, es que los caficultores no saldremos a incendiar y vandalizar el país por esta propuesta de reforma tributaria.
